Por esto Gareth Bale no quiere irse del Madrid: 'casoplón' en La Finca, coches de lujo, golf y un salario de 17 millones
Jesús Manjón
Gareth Bale no cuenta para su entrenador, Zinedine Zidane, y es repudiado por una gran parte de la afición del Real Madrid. Apenas juega y lleva dos años en el ostracismo de un club que no le quiere. Pese a todo, el galés no se quiere ir de Madrid. El motivo es la impresionante vida de lujo que lleva en la capital de España, sustentada en su fortuna y su sueldo de 17 millones de euros netos.
El diario The Sun ha realizado un extenso reportaje en el que analizan su modo de vida junto a su esposa, Emma Rhys-Jones, y sus tres hijas, Nava Valentina, Alba Violet y Axel Charles. El extremo madridista es un hombre muy casero y familiar.
La familia reside en una enorme casa de 1.500 metros cuadrados, cuyo precio sobrepasa los 7,2 millones de euros. Fue diseñada por el arquitecto Joaquín Torres y está situada en la exclusiva urbanización de La Finca (Pozuelo de Alarcón). Bale tiene la mansión alquilada y paga 11.140 euros al mes por la casa en la que ya vivió otro madridista, Kaká.
El garaje de la vivienda acoge a los seis coches de lujo que posee el futbolista merengue: el Mercedes SLS AMG (74.800 euros), el Bentley Continental GT (23.500 euros), el Lamborghini Huracan (70.700) y el Ferrari GTC4Lusso (104.300). A estos se les une al Audi Q7 50 TDI (29.400) que le facilita el Madrid.
La mayor pasión de Bale, por encima del fútbol incluso, es el golf, deporte que practica a diario. Dicen que tiene una gran habilidad y es un jugador top. Tal es su pasión por esta disciplina que se construyó en su casa un campo de golf con tres hoyos míticos: el hoyo 12 del Masters de Augusta, el hoyo 17 del TPC Sawgrass y el Royal Troon's Postage Stamp.
Cuando no practica esta afición en su vivienda, Gareth se desplaza al Golf Santander, el espectacular campo diseñado por Severiano Ballesteros que el Grupo Santander creó en Boadilla del Monte. También se le ha visto jugar en el Real Club de Valderrama, ubicado en el municipio andaluz de San Roque.
Precisamente, Andalucía es un lugar que maravilla a Gareth. Allí está uno de sus refugios favoritos, la Finca Cortesin, una lujosa urbanización que está situada entre Marbella y Sotogrande y a la que se escapa con su familia cuando quiere evadirse de la presión mediática de Madrid.