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Letizia vuelve a dormir donde pasó su primera noche de bodas, en la tierra de su ex marido


    Informalia

    Fue en 1998, en Almendralejo, provincia de Badajoz. Doña Letizia se casó con el profesor de Literatura Alonso Guerrero, y el matrimonio duró solo una año. Este 22 de julio, aquella joven periodista vuelve allí: Mérida, la ciudad donde nació su ex marido, está a apenas 20 kilómetros del lugar donde la asturiana contrajo matrimonio civil. Y lo hace como Reina consorte, con Felipe VI y con dos hijas. Allí volverá a dormir 22 años después de su primera noche de bodas. 

    Los reyes han viajado a Mérida este miércoles junto a sus hijas para asistir al Festival de Teatro Clásico de esta ciudad dentro de su gira autonómica, en la que por vez primera les acompañan la princesa Leonor y la infanta Sofía.

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    Una presencia que no había sido anunciada previamente de forma oficial, ya que Zarzuela sólo había avanzado que estarían don Felipe y doña Letizia.

    Los miembros de la Familia Real han llegado pasadas las 21:00 horas al Parador Nacional de Turismo de la capital extremeña, donde van a pernoctar una vez que concluyan su agenda.

    Es también la primera ocasión que los reyes pasen la noche en la comunidad que visitan dentro de su periplo del último mes, puesto que los once desplazamientos anteriores a otras tantas autonomías han sido de ida y vuelta en el día.

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    La presencia de las hijas de los reyes refuerza el mensaje de apoyo que la pareja real pretende trasladar en este viaje a Extremadura tanto al turismo cultural como a los espectáculos teatrales.

    A su llegada al establecimiento hotelero han sido recibidos por sus directivos mientras que han recibido el aplauso de varias decenas de ciudadanos que se han congregado en los alrededores y que han lanzado vivas a los reyes..

    Les acompañaba ya el ministro de Cultura y Deportes, José Manuel Rodríguez Uribes.

    Desde el Parador Nacional, se trasladarán al Museo de Arte Romano para hacer una visita antes de desplazarse al cercano Teatro Romano y asistir a la inauguración del Festival de Teatro Clásico.

    Será en el museo donde les recibirá oficialmente el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, quien les acompañará también en la sesión teatral.

    Durante su gira, el hijo de Juan Carlos I y doña Letizia están apoyando a instituciones y colectivos de todo tipo ante las consecuencias de la COVID-19, y en su parada en Mérida pretenden enfocar ese respaldo al mundo de la cultura.

    La pandemia está golpeando a este sector, y el propio director del Festival de Mérida, Jesús Cimarro, ya aseguró en una entrevista con Efe que sacar adelante la edición de este año ha sido "una heroicidad". 

    Para presenciar Antígona, la Reina ha recuperando un dos piezas lencero de Poéte, la misma firma en la que confió la princesa Leonor para la misa en homenaje a las víctimas del terrorismo, hace unas semanas, demostrando que madre e hija comparten gustos. Es un dos piezas con microestampado de estrellas, formado por un top de estilo lencero con escote con aplique de encaje y falda plisada.

    La Reina lo estrenó en septiembre del año pasado, en la reunión de trabajo 'La inclusión de la discapacidad en los medios informativos', y lo combinó con una blazer blanca y negra de Carolina Herrera. Esta vez, dadas las temperaturas, lo ha llevado sin chaqueta. Ha vuelto a calzarse una alpargatas, esta vez, de Macarena Shoes, en ante negro y con pompones. También llevaba un bolso de Adolfo Domínguez  en piel de vaca que estrenó en su visita a La Rioja la pasada semana.

    Extremadura my love

    Alonso Guerrero, autor de El amor de Penny Robinson, vivió el año pasado otra noche de bodas en la provincia de Badajoz. El extremeño que conquistó a una reina sin saberlo contrajo matrimonio en marzo de 2019.

    En Almendralejo aún recuerdan la boda de Alonso Guerrero y su ex alumna de instituto, la reina Letizia. Fue en el hotel Espronceda, actualmente cerrado. Alonso nació en Mérida, pero eligieron la localidad pacense, famosa por sus chorizos, para la boda.

    Afortunadamente para la actual Reina, su primer matrimonio fue un enlace civil, en el Ayuntamiento de la localidad. Por ello no planteó problemas su boda posterior en La Almudena, ya que "a los ojos de Dios" no estaba casada. Letizia eligió un vestido de Victorio y Lucchino, peinó sus cabellos castaños con una briosa trenza y llevó en las manos un bonito ramo de novia. Tras la ceremonia civil hubo un banquete de bodas en el restaurante El Paraíso, muy cercano al ayuntamiento. La mesa presidencial fue ocupada por los padres de la novia, Paloma Rocasolano Jesús Ortiz; y Juan Francisco Guerrero y Dolores Pérez, progenitores del novio. Se llegaron a ofrecer 180.000 euros por unas fotos o un fragmento de vídeo del banquete sin éxito.

    Por supuesto, estaban invitadas las hermanas de la novia, Erika y Thelma, quienes gastaron bromas a la novia sobre su futuro de casada y su poca afición a las tareas domésticas. Unas chanzas sin importancia ninguna, porque los novios  ya llevaban años conviviendo. En el restaurante, que cambió de dueño y ahora tiene otro nombre, comieron perdices, como en los cuentos de hadas. El menú era muy sencillo, adecuado a la economía y las circunstancias de la pareja.

    Una suite nupcial poco palaciega

    Tras el banquete y el baile, los novios se trasladaron al hotel para pasar su noche de bodas en la suite nupcial, decorada con gran sencillez, con un baño muy normalito y colchas verdes. Allí la pareja dio rienda suelta a su amor.

    Cuentan que el autor es un hombre muy apasionado, una cualidad que se presupone también en la entonces vehemente Letizia, fuerte y rebelde. No hay que olvidar que se fue a vivir con su profesor siendo muy joven y rompió la tradición al decidir que la boda fuera en la tierra de él y no en Asturias ni en Madrid. Les unía una tremenda afición por la literatura. 22 años después, es el teatro lo que ha llevado a Letizia hasta la tierra de Hernán Cortés.