Iñaki Urdangarin, a un paso del tercer grado: la cárcel de Brieva solicita el régimen abierto para él
Vicky Ballesteros
Con la llegada de la nueva normalidad todo son buenas noticias para Iñaki Urdangarin. Si desde principios de este mes ya vuelve a disfrutar de su permiso de voluntariado en el centro de don Orione, en Madrid, ahora estaría muy cerca de alcanzar el tercer grado. La prisión de Brieva, en Ávila, donde cumple condena por el caso Nóos desde hace dos años, considera que ya está en condiciones de disfrutar de este régimen de semilibertad.
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El marido de la infanta Cristina cuenta con la aprobación de la prisión, que la semana pasada llevó a cabo una ajustada votación en la que se obtuvieron cuatro votos a favor de su tercer grado, de un total de siete. Una vez superada esta primera baliza, el organismo de Instituciones Penitenciarias, que pertenece al Ministerio del Interior, es el que tiene que decidir finalmente si el yerno de Felipe VI está en condiciones de disfrutar o no de este régimen abierto.
Si no se lo concedieran en el periodo de dos meses que tienen para estudiar la propuesta, la Junta de Tratamiento de la cárcel puede volver a recurrir a Instituciones penitenciarias. En el caso de no aceptarse, tendría que esperar hasta que se cumpla la mitad de la condena, en mayo de 2021, para disfrutar de este permiso si los informes lo consideran oportuno.
El tercer grado sería un bálsamo de aire fresco para el yerno de don Juan Carlos, pues pasaría a cumplir su condena en un centro de régimen abierto. Este permiso, que es el paso previo a la libertad condicional, tiene el objetivo de reinsertar a los presos en la sociedad.
Mientras espera la resolución, el cuñado de Felipe VI tiene en el aire otra negociación con la cárcel. Antes de decretarse el Estado de Alarma tenía concedido un tercer permiso para visitar a su familia. Ahora, con la llegada de una nueva normalidad, puede negociar una nueva fecha para disfrutar de estos seis días alejados de su celda.
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Se reencontraría de nuevo con su mujer y sus cuatro hijos, como así hizo las pasadas navidades, cuando disfrutó de su permiso penitenciario por las calles de Vitoria, o en febrero, cuando se volvió a trasladar a su tierra natal para disfrutar de seis días de libertad. Urdangarin cumplió el pasado 18 de junio dos años en prisión, condenado por delitos de corrupción en el marco del caso Nóos con cinco años y diez meses de cárcel.