Kanye West pisa con fuerza en las apuestas por la presidencia de EE.UU: "Cuando sea presidente, divirtámonos"

Kanye West causó mucho revuelo este pasado 4 de julio cuando anunció a través de las redes sociales sus intenciones de presentarse como candidato a la Casa Blanca. En Estados Unidos ya hacen sus apuestas y no lo colocan en mal lugar, pues ostenta el quinto puesto por delante incluso de Michele Obama, de la que se especuló que podría presentarse. El marido de Kim Kardashian, además, ha dejado claro que no es simpatizante de las ideas de Donald Trump.

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Según recoge la casa de apuestas Betfair, en el caso de que alcanzara la presidencia, cada euro apostado se pagaría a 81 euros. Una cifra que queda bastante lejos de los 1.000 euros por cada euro apostado que alcanzaba hace apenas unas semanas, cuando todavía no había anunciado su candidatura y los estadounidenses lo situaban en un paupérrimo último lugar.

Aunque la principal batalla está entre Donald Trump (2'5 euros por cada euro apostado) y Joe Biden (1,67 euros), el marido de la empresaria sorprende al situarse por delante de algunos reconocidos nombres como la mujer de Barack Obama (101 euros), la republicana Nikki Haley (101 euros) o el ex candidato a las elecciones primarias del partido demócrata, Bernie Sanders (201 euros). El tercer y cuarto lugar de la encuesta lo ocupan Mike Pence (51 euros) y Hillary Clinton (51 euros), respectivamente.

La candidatura del marido de Kim Kardashian

West ha concedido una entrevista a la revisa Forbes en la que ha desgranado cómo está construyendo su candidatura: "Estoy hablando con expertos, voy a hablar con Jared Kushner -el yerno de Donald Trump -, con la Casa Blanca, con Joe Biden", ha asegurado, aunque todavía no ha desvelado ninguno de sus cimientos ideológicos a partir de los que pueda hacer campaña, de la que solo tiene listo el nombre: Yes! (¡Sí!).

Eso sí, ya ha elegido el nombre de su partido, Birthday Party, alegando que lo ha bautizado así porque "cuando ganemos, será el cumpleaños de todo el mundo". Para su formación ha seleccionado como vicepresidenta a Michelle Tidball, una predicadora del Estado de Wyoming, donde West tiene un rancho en el que se lo pasa pipa invitando a algunos amigos famosos como Brad Pitt y en el que celebra alguna que otra práctica de carácter religioso.

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El artista asegura que le entristece la situación que está atravesando ahora mismo Estados Unidos, muy golpeado por la pandemia del coronavirus y también envuelto en muchas polémicas como la del asesinato de George Floyd: "Me parece que es un todo un caos", ha dicho, remarcando especialmente el momento en el que el presidente se tuvo que refugiar en su búnker de la Casa Blanca a raíz de las protestas antirracistas. Por ello, considera que es el momento más adecuado para optar a presidente y no esperarse hasta 2024 como tenía pensado: "Dios me dio claridad y me dijo que es el momento".

Si se convierte en presidente, su mandato no será para nada aburrido y habrá espacio para el diálogo: "Cuando sea presidente, divirtámonos también. Superemos todas las conversaciones de racismo, empoderemos a la gente con 40 acres y una mula, demos terrenos, ese es el plan". Además, en cuanto a su vida personal, ha revelado que superó el coronavirus en febrero y que lo pasó con "escalofríos, tiritando en la cama, tomando duchas calientes, mirando vídeos de lo que se supone debía hacer para superarlo".