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Pablo Iglesias explica su relación (paternalista) con su ex asesora Dina Bousselham y las fotos íntimas


    Silvia Armesto

    Dina Bousselham no es una discapacitada moral, como ha dado a entender Pablo Iglesias al explicar que no entregó la famosa tarjeta con fotos íntima para protegerla. Dina es diez años más joven que su mentor político. Nació en Tánger, en 1990. Y en este momento es sin duda la politóloga marroquí más conocida de España, donde reside. El ex comisario Villarejo dijo sobre Dina que "Iglesias le prometió casarse, está muy despechada y quiere demostrar que es un machista". Pero hay otra versión, la del vicepresidente y padre de los tres hijos de la ministra Irene Montero.

    Militante de Podemos, estudió en el Instituto Severo Ochoa de la ciudad norteafricana.  Con solo 18 años, se trasladó a estudiar a Madrid para licenciarse en Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de Madrid. Después hizo un Erasmus en la Nueva Sorbona, y posteriormente estudió un máster en el Instituto de Altos Estudios de América Latina de París. No todo el mundo sabe que Dina juega al fútbol extraordinariamente bien, hasta el punto de que ??jugó con el C.F. Pozuelo y con el Santa María Caridad.

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    Militante en Podemos desde su fundación, Dina trabajó como asistente del equipo de Pablo Iglesias en el Parlamento Europeo, y llegó a fomar parte de la candidatura de Ramón Espinar en las primarias internas de Podemos Comunidad de Madrid. Ahora dirige el digital La Última Hora y está ocupa titulares de prensa porque da nombre al Caso Dina, el asunto que salpica nada menos que al vicepresidente segundo del Gobierno. El propio Pablo Iglesias se veía obligado a negar este viernes, en una entrevista en Radio Nacional de España, haber tenido una relación sentimental con su ex colaboradora Dina Bousselham.

    La ya más que famosa tarjeta de memoria, presuntamente con fotos íntimas de "una mujer de veintitantos años", ha puesto al líder de Podemos en el disparadero mediátio y puede que judicial. Iglesias ha roto por fin su largo silencio sobre el escándalo, y reconoce por fin que tardó meses en devolverle la dicho tarjeta insistiendo en que le fue entregada por el empresario Antonio Asensio, editor del grupo Zeta en su día, a principios de 2016, para "protegerla".

    "Tomo una decisión, que es no someter a Dina Bousselham a más presión. Habían salido varias informaciones que decían que teníamos una relación. No es la primera vez que ocurre, que una mujer trabaja conmigo y algunos digitales empiezan a decir que cualquier mujer que trabaje conmigo sus éxitos profesionales tienen que ver con una supuesta relación. Eso le supuso a Dina una presión enorme. Entonces yo veo allí (en el despacho de Asensio) que hay una serie de fotografías íntimas, que a mí estos señores (el Grupo Zeta) me dicen que es la única copia pero, ¿quién puede saber esto?" se explicaba en RNE.

    "Cuando empiezo a ver algunos de los contenidos publicados en OK Diario pues le digo: 'Compañera, aquí está, esto es lo que tienen'" matizaba el Vicepresidente. Iglesias sostiene que cuenta con el respaldo de Pedro Sánchez y no concibe terminar imputado.

    Pablo Iglesias insiste que todo este escándalo es parte de una trama de las llamadas cloacas del Estado, y argumenta que es la razón por la que la tarjeta robada a Bousselham a finales de 2015 "terminó en el ordenador de Villarejo". Afirma el líder podemita que fue el comisario encarcelado quien trasladó el contenido a periodistas como Eduardo Inda o Esteban Urreiztieta. Iglesias niega haber entregado esa tarjeta de memoria con desperfectos.

    Sin embargo, Pablo Iglesias se niega a explicar su no-relación íntima y el resto del escándalo en el Congreso, como pretenden desde Ciudadanos.  Al contrario, el líder morado contraataca y exige una nueva comisión de investigación (ya hubo una la legislatura de 2016 a 2019) sobre las cloacas para que comparezcan el comisario Villarejo, Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría, y el por entonces ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.

    Sobre el tristemente famoso comentario de Pablo Iglesias de Mariló Montero, en el que decía que la azotaría hasta que sangrara, admite que fue "muy desagradable" y recuerda que se disculpó con la ex mujer de Carlos Herrera.