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Desmontamos al marido de Begoña Villacís: ¿la venganza de un hombre humillado?
Sara Tejada
Como decía la propia Begoña Villacís hace tres días, "este verano va a ser muy diferente al de otros años". Ella se refería la pandemia, y tenía razón, pero en su caso va a haber más diferencias.
Antonio Suárez-Valdés, conocido hasta ahora como el marido de Begoña Villacís, publicaba el pasado fin de semana en El Mundo una insólita carta tras separarse de su mujer. La venganza epistolar del abogado contra la vicealcaldesa incluía puñaladas de todo tipo: desde echarle en cara a la madre de sus hijas que haya adelgazado 15 kilos, dando a entender que era un mal ejemplo de la edil contra las chicas jóvenes que se someten a dietas excesivas, hasta contar que él ha sido quien ha cuidado de las niñas durante la pandemia.
Pero una vez reposado el primer impacto de un texto así, en un periódico de difusión nacional, sobre la número 2 del ayuntamiento y aireando una cuestión tan personal, conviene preguntarse el porqué de semejante pataleta. ¿Porque es un esposo humillado? ¿Porque el despecho es el padre de la ira? ¿O tal vez es que el letrado quiera lanzar unos dardos muy concretos y en público a Begoña ante la batalla legal que puede llegar? ¿O tal vez es precisamente para desactivar legalmente a la otra parte, también abogada, por cierto?
Relación rota
No olvidemos que la carta anunciaba en realidad la firma de un "convenio de separación ante notario para evitar las molestias de un procedimiento judicial". Pero lejos de parecer conciliadoras, las buenas palabras del marido de la vicealcaldesa escondían el dolor de una separación que llega cuando la pequeña de las niñas ha cumplido un año.
Lo más increíble de esa carta plagada de invectivas contra Villacís es que el firmante no descarta una "segunda oportunidad", eso sí, a condición de que la número 2 de Martínez Almeida deje su trabajo en política.
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¡Acabáramos!
Sí, porque lo que viene a decir el marido de la destacada dirigente de Ciudadanos es que Villacís se desvincule de la política, labor en la que la edil se ha dejado la piel durante la pandemia, pero que para su ex marido ha sido "faranduleo". Lo voy a volver a escribir por si alguien cree que era una errata: "Fa-ran-du-le-o". ¿Lo habremos descontextualizado?
El contexto
"Me considero una persona muy seria y que desde siempre he huido como de la peste del faranduleo político y que, al único acto público que he acompañado sistemáticamente a Begoña en los últimos cinco años ha sido a la celebración de la patrona de la Guardia Civil", escribe el abogado.
Terceras personas
También asegura sin citar a Rubén Amón, el periodista con el que algunos medios han relacionado a su mujer, que por su parte no hay terceras personas. Ni que decir tiene, que es una manera, y no la más elegante, de recordar que en el caso de Begoña Villacís es distinto. Por cierto que fuentes del entorno de la vicealcaldesa dan por rota también la otra relación: "No la veo muy centrada, la verdad", nos explica una persona la ve a menudo en referencia a su vida sentimental.
Humillado
Como dijo este lunes Jiménez Losantos en su programa de radio, esto es la venganza de un hombre humillado. "En ningún momento él se plantea volver, se plantea una venganza seria. Él lo ha pasado muy mal, se ha sentido humillado por cómo se ha desarrollado todo, una historia que era una comidilla que corría en Madrid hace tiempo. Ha sido un proceso más largo de lo que parecía, que viene de lejos, y ha habido un engaño", dijo el periodista.