Letizia y Felipe: luna de miel secreta, millonaria, regalada y ¿libre de impuestos?
Sara Tejada
La luna de miel de Felipe y Letizia en 2004 fue un regalo del rey don Juan Carlos y el coste del viaje ascendió aproximadamente a 467.000 dólares, según daba a conocer esta semana el periódico británico The Telegraph.
De ese importe, el empresario catalán Josep Cusí, íntimo amigo de don Juan Carlos, compañero de regatas y que ha financiado los distintos barcos Bribón en los que ha navegado el rey, este empresario, decimos, les regaló 260.000 dólares del viaje, a través de su empresa Navilot.
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Sorprenden muchas cosas de esa noticia. Para empezar, la luna de miel oficial, que empezó solo unas horas después se la boda, celebrada un lluvioso mes de mayo, se inició en Cuenca y otros provincias españolas. Los entonces príncipes recorrieron España un poco como ahora están haciendo, como si se tratara de un viaje oficial para acercarse a la gente que un día les aclamaría como reyes, como está ocurriendo en este junio post-confinamiento.
Lo que entonces no nos contaron fue que la luna de miel continuó los siguientes tres meses, hasta agosto, recorriendo los recién casados playas paradisiacas de lugares remotos y exclusivos en Tailandia, Camboya, las islas Fiyi, California y México, alojados en resorts de superlujo y en los mejores hoteles, donde se inscribían como señor y señora Smith (como el título de la película de Brad Pitt y Angelina Jolie). Y así firmaban en el libro de visitantes ilustres, agradeciendo haber disfrutado de las maravillas del sitio.
La noticia que corrió tiempo después, que había sido Corinna Larsen, amiga íntima de don Juan Carlos, quien había diseñado el lujoso periplo nupcial, tiene sentido y encaja perfectamente. Siempre nos había extrañado que la princesa alemana hubiera organizado un recorrido en el que los recién casados iban a estar alojados en paradores de turismo, por Cuenca, Teruel, Zaragoza, donde visitaron la basílica de El Pilar, y que siguieron por la localidad navarra de Olite, lugares que Corinna seguramente ni conoce ni le parecen glamurosos, para acabar en San Sebastián con un almuerzo en Arzac.
Ahora entendemos el papel de la amiga entrañable del Juan Carlos I, eligiendo trayecto y hoteles cuyo coste por noche era de unos 6000 euros (de los de entonces). Hemos querido conocer la otra cara económica de la noticia, relacionada con la parte fiscal de este regalo a los príncipes por parte de Josep Cusí.
Una prestigiosa fiscalista catalana, que prefiere no publicar su nombre, asegura a Informalia que esa donación del rey Juan Carlos y Josep Cusí tributa y mucho, a la Agencia Tributaria. O debería. "En Hacienda no suelen ser muy inquisitivos con los regalos de boda, pero en este caso sí, ya que la cuantía de la donación es muy alta. La que les hizo el rey, al ser su padre, tributaría solo el 1% que fija la Comunidad de Madrid como impuesto sobre lo que los padres regalan o dejan a sus hijos en herencia.
Pero por la de Josep Cusí, al tratarse de lo que llamamos una donación "entre extraños" no justificada, don Felipe tuvo que haber pagado entre el 25 o el 30 % de lo recibido. Y por ser un incremento patrimonial, se tributa en el Impuesto sobre la Renta". Nuestra experta calcula que Felipe de Borbón tendría que haber pagado entre 105.000 y 127.000 euros en concepto de impuestos, por el regalo de esa luna de miel de ensueño, en su declaración de la Renta de 2005. ¿Lo sabremos algún día? En realidad es curiosidad porque 16 años después todo está prescrito. Tal vez la ejemplaridad no.