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Pablo Iglesias, acusado de ocultar a la Justicia fotos íntimas de una asesora


    Silvia Armesto

    El instructor del caso Villarejo expulsa al vicepresidente segundo del Gobierno del procedimiento al entender que no ha quedado en ningún momento acreditado que Pablo Iglesias fuera víctima del ex comisario.

    El titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, responsable del caso Villarejo, ha quitado a Pablo Iglesias la condición de víctima del comisario. En un auto dictado este lunes, el magistrado concluye que las pesquisas efectuadas hasta el momento "no han permitido concretar en qué medida resulta ofendido o perjudicado de infracción penal alguna" el vicepresidente segundo del Gobierno y denuncia que a lo largo del procedimiento se han descubierto "contradicciones" incompatibles con su supuesta posición de damnificado, según publica El Confidencial.

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    El juez considera que Pablo Iglesias ocultó entre cinco meses y tres años un pendrive con fotos íntimas de una asesora. Recordemos que el líder de la formación morada sostenía que fueron las "cloacas del Estado" las que buscaron desacreditarle o extorsionarle y que incluso utilizó aquello en la campaña electoral de Podemos en las elecciones generales de abril de 2019.

    El juez expulsa del procedimiento al ahora vicepresidente, a pesar de Iglesias sostenía que Villarejo y sus supuestos compinches sustrajeron en 2015 un móvil Dina Bousselham, por entonces una de sus asesoras en el Parlamento Europeo. Asimismo, Iglesias adujo que el ex policía trató de filtrar la información a medios como la revista Interviú.

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    El juez García-Castellón incluyo todo lo relacionado con el supuesto chantaje a Iglesias y su colaboradora en la pieza separada número 10 de la llamada operación Tándem. Tras aceptar una querella de la Fiscalía Anticorrupción, el magistrado aceptó que Bousselham e Iglesias se personaran como acusación particular y los abogados de Podemos inculparon a Villarejo y a varios periodistas.

    Un año después

    Pero el fiscal solicitó que se revocara al líder de Podemos la condición de perjudicado y que le preguntara a la actual directora del periódico digital La última hora, vinculado a Podemos, si desea seguir adelante con el caso. El juez ha accedido a la primera solicitud y ha considerado prematura la segunda, aunque el auto dictado este lunes deja la puerta abierta a ese trámite. Y todo ello porque las investigaciones realizadas en el último año han hecho que el discurso del actual vicepresidente del Ejecutivo se haya convertido en un verdadero castillo de naipes que puede caer entero sobre Pablo Iglesias y la propia Dina Bousselham.

    El magistrado sostiene que no se ha acreditado la participación de Villarejo en el robo del móvil, si bien en la operación Tándem se localizó en su casa una copia del contenido. La información llegó a la revista Interviú de forma anónima y los interrogatorios han acreditado que este el desaparecido semanario rechazó publicarla porque entre los archivos había "fotos íntimas" y datos "sensibles".

    Reunión entre Asensio y Pablo Iglesias

    Lo que sí ha quedado acreditado es que en enero de 2016, el editor del Grupo Zeta, el que publicaba la revista Interviú, se reunió en su despacho con el líder de la formación morada. Allí, Antonio Asensio le hizo entrega a Pablo Iglesias del pendrive con el contenido del móvil. En ese momento, y en el despacho el despacho de Asensio, el hoy vicepresidente segundo del Gobierno consultó el contenido del móvil y comprobó que contenía imágenes comprometedoras.

    El propio Iglesias reconoció en sede judicial después que no se lo entregó a su asesora hasta junio o julio de 2016, es decir, unos cinco meses después. Sin mebargo, para entonces, cuando Bousselham trató de acceder al usb, pudo comprobar que estaba estropeado hasta el punto de que era imposible abrir los archivos.

    El extraño comportamiento de Iglesias, guardando el contenido "hasta 36 meses", ha llamado la atención del juez. Tengamos en cuenta que no se aportó al sumario un pendrive en perfecto estado hasta marzo de 2019 hace poco más de un año.

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    Contradicciones de la asesora de Iglesias

    Por otra parte, el magistrado no se explica las contradicciones en las que ha incurrido Bousselham a lo largo del caso. Primero denunció que su teléfono móvil fue usado para filtrar a la prensa pantallazos de conversaciones delicadas en las que participó Iglesias. Pero un informe de la Policía Científica ha demostrado que ella misma hizo esos pantallazos y se los envió a terceras personas. Luego explicaría que lo hizo para dejar constancia de esas conversaciones. También confirmó que había ocultado a la instrucción del caso que Iglesias le había entregado un usb con una copia del móvil pero que no funcionaba.