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Álex Lequio, una vida en imágenes: ingenioso emprendedor, loco por su familia y guerrero incansable frente a la adversidad


    Esperanza Ortiz

    Álex Lequio, el hijo de Ana Obregón junto a Alessandro Lequio, ha perdido la vida este miércoles a los 27 años tras luchar contra el cáncer que padecía desde hace dos años. El joven demostró ser todo un ejemplo de coraje y fuerza en sus intervenciones en los medios y en las redes sociales, donde siempre tenía unas palabras de agradecimiento y cariño para su familia.

    La última publicación se la dedicó a su prima Celia Vega-Penichet, hija de la hermana menor de Ana, Celia. Los dos eran uña y carne y crecieron como hermanos. Disfrutaban juntos de las tradicionales vacaciones de los García-Obregón en El manantial, la casa familiar de los padres de Ana en Mallorca. Uno de los pasatiempos favoritos de los jóvenes durante la época estival era montar en moto de agua junto al resto de primos. A ella le escribió hace un mes: "Una y otra vez, a través de la eternidad, brillaremos juntos".

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    Fue famoso desde pequeño por el inolvidable romance entre sus padres y el incansable trabajo de Ana en cine y televisión, aunque él nunca hizo gala de ello y trabajó como el que más para sacar sus estudios adelante y fundar Polar Marketing, la empresa a la que se dedicó en cuerpo y alma durante estos últimos años y que creó en el jardín de la casa de Obregón en La Moraleja. De pequeño, los medios lo buscaban por sus constantes ocurrencias y su rebeldía a la hora de 'comerse', literalmente, cualquiera de los micrófonos que se le pusiesen por delante.

    Nació el 14 de junio de 1992, durante la noche de las hogueras. Para Ana esta es y será siempre la noche más mágica del año, tal y como ha dicho en más de una ocasión en sus redes sociales, donde las fotos junto a su hijo y sus padres inundan su perfil. Fruto de la relación entre sus padres no tuvo hermanos, aunque el joven perdía los cielos con su media hermana Ginevra Ena, la pequeña de Alessandro Lequio y su mujer María Palacios. También deja en vida a un medio hermano, Clemente, hijo de Antonia Dell'Atte, que se ha despedido de su hermano con unas tiernas palabras en Instagram.

    "Respira profundo. Disfruta la vida. Algunos de ustedes lo dan por sentado'. Este era su último mensaje. Te quiero Álex, un dolor inmenso que en pequeñísima parte se alivia con el pensar de que ya no estas sufriendo. Algún día nos volveremos a ver y podremos disfrutar de todo el tiempo perdido y mal gastado", ha escrito en una foto en la que aparece cenando con él, Ana y Alessandro.

    Tras la separación de sus padres, Aless permaneció en casa de su madre donde recibía las constantes visitas de Alessandro Lequio. Según Ana, su ex entraba y salía como Pedro por su casa, pues nunca se lo impidió. Para la protagonista de Ana y los 7 lo más importante ha sido siempre la felicidad de su hijo. Y verlo junto a su padre era una de las cosas que más le llenaban de felicidad. Para Ana "la felicidad es el instante entre una putadita y la siguiente", pero el amor por su hijo hizo que dejara muchas de lado. Este verano compartió un entrañable vídeo de ambos jugando en el jardín de casa cuando era pequeño. 

    El joven terminó el bachillerato y, tras recibir los asesoramientos del rey Felipe VI mediante una carta, emprendió el vuelo a Estados Unidos donde se licenció en Filosofía y Ciencias Políticas en la Universidad de Duke. Su madre hizo las maletas y se fue con él, pues mientras él hincaba codos en California del Norte ella se mudó a un apartamento de Miami para verlo siempre que quisiese. Su padre también voló en muchas ocasiones para verle, como el día de su mudanza y también el día de su graduación, uno de los más felices para la familia. 

    A su vuelta a España se puso manos a la obra para depender lo menos posible del dinero de su madre. Creó junto a varios amigos Polar Marketing, una empresa de marketing digital que tuvo la primera sede en el jardín de su casa, "a lo Steve Jobs", como dijo orgulloso en más de una ocasión. Meses después voló del nido familiar y trasladó la sede en el centro madrileño, donde también amplió a su personal.

    A pesar de sus largas jornadas de trabajo el joven emprendedor no descuidaba lo más importante de su vida: a su familia. Visitaba a los abuelos, Ana Obregón y Antonio García, constantemente. Lo hacía solo o junto a su inseparable madre. Con ellos nos enamoró con varias fotos que tanto Ana como su hijo compartían con todos sus seguidores de Instagram.

    También pasaba los días de Navidad más importantes junto a ellos, pues es tradición que toda la familia García Obregón coincida en Nochebuena en casa de los patriarcas. De su abuelo en concreto estaba muy orgulloso y lo consideraba su gran referente a nivel profesional, pues admiró que desde joven levantase con empeño una de las grandes constructoras del país, fundadora de las primeras casas de La Moraleja entre otras cosas. 

    También era un gran apasionado de los perros. Desde pequeño les acompañó en casa Luna, una entrañable Labrador que revolotea la casa de Ana de arriba a abajo desde hace más de 15 años. En los últimos meses adoptó a otra mascota, el pequeño Boby Puchum al que incluso le hizo una divertida cuenta de Instagram. 

    Son muchas las condolencias y mensajes de anímo que tanto famosos como anónimos llevan escribiendo en las redes sociales desde su triste pérdida. Todas en honor al niño que vimos crecer mientras mordía las espumas de los micrófonos, cuando dio muy ilusionado el salto a la Universidad de Duke en California del Norte y cuando regresó para fundar la empresa Polar Marketing, una de sus grandes ilusiones tanto a nivel personal como profesional. Tras dos años batallando contra el cáncer, la luz de Álex se apagó este miércoles en Barcelona, donde llevaba un mes ingresado con otro tratamiento. DEP.