Actualidad
Meghan Markle, tras las cámaras: un fotógrafo que trabajó con ella dice que es "exigente", "grosera" y que se cree "una diva"
Felipe Rodríguez
Nuevas revelaciones sobre el comportamiento de Meghan Markle cuando se apagan las cámaras. En esta ocasión, un fotógrafo que trabajó para ella y que prefiere mantenerse en el anonimato porque aún está en activo ha desvelado cómo fue su sesión de fotos con la actriz cuando ella todavía no salía con el príncipe Harry. "Era difícil, exigente y grosera", dice el profesional.
"La gente me decía: 'Prepárate porque ella es mucho'. Solían llamarla 'la princesa'", asegura el camarógrafo, que señala a los aires de diva de la protagonista de Suits: "Cuando la vi, desde el momento en que llegó, ni siquiera sabía quién era y estaba actuando como una diva. Era la actitud, cómo hablaba con la gente, las reglas. Entró con una gorra (de béisbol), escondiendo su rostro, bajó la cabeza y regresó a la sala de maquillaje. Era como si entrara la gran diva, y no quiere que la gente la vea, como lo harías si caminas por la calle y no quieres que los paparazzi te tomen una foto", cuenta.
Meghan llegó acompañada de un séquito de personas cual estrella de Hollywood: "Tenía un equipo con ella, como su maquilladora y publicista, y era como algo sacado de Mean Girls. Eran una camarilla, miraban a otras personas y reían y se divertían entre ellos", explica.
Markle impuso una serie de estrictas reglas para la sesión de fotos: cierta marca de champán, nada de fotografías sin maquillaje y quizás la más sorprendente: prohibió que le fotografiaran los pies. "Odia sus pies", cuenta el fotógrafo. La razón de esta orden de la duquesa de Sussex podría recaer en la cicatriz que tiene por una posible operación de juanetes. Esta marca en su piel fue descubierta cuando se quitó los zapatos durante la gira real en Nueva Zelanda de 2018.
"Tienes que pedir permiso para disparar a cualquier cosa. Ella es la jefa. Te sentías como si estuvieras caminando sobre cáscaras de huevo", insiste el camarógrafo, que asegura que la actitud de Meghan no mejoró cuando el rodaje avanzaba: "Normalmente, cuando sugieres cosas en un rodaje, la estrella no te contradecirá, dirán: 'Lo intentaré'. Pero ella tenía sus propias ideas. Tenía mucho poder".
En un momento dado, el fotógrafo notó que Meghan estaba sonando deshidratada, así que le sugirió que tomara un sorbo de agua y grabaran nuevamente, pero ella se negó, diciendo que no quería "sonar como un robot". "Pensé: '¿De qué estás hablando? Suenas deshidratado, toma otro sorbo de agua'. Miré al entrevistador y le dije: '¿Qué quieres hacer?', y él dijo: 'Sigamos adelante''', recuerda.
"Uno de los miembros de mi equipo es el tipo más amable y al final quedó traumatizado porque era muy mala", continúa el fotógrafo, que recuerda una anécdota que le sucedió con ella: "Él me dijo que en cierto momento comenzó a dispararle a sus pies, solo tomando un poco de B-Roll (material complementario) y no recuerdo si me lo habían dicho por adelantado o no, pero entiendo que ella odia sus pies. Cuando hizo eso, todos lo miraron como: '¿Qué demonios estás haciendo?'. Y dijeron: 'Ya terminaste por hoy'".
"Le dije: 'Probablemente sea la última vez que la veremos'. Y luego resulta que ella ha comenzado a salir con el príncipe. No creo que ella merezca la atención. No me impresionó y estoy sorprendido de que haya encantado al chico. Parecía muy insegura y malcriada", sentencia.