Actualidad

Michael Robinson, una vida en imágenes: desde el gran amor por su mujer y sus hijos hasta el día que levantó la Copa de Europa


    Esperanza Ortiz

    Michael Robinson ha fallecido este martes a los 61 años tras una larga batalla contra el cáncer que le diagnosticaron a finales de 2018. El comentarista deportivo y ex futbolista deja en vida a su mujer, Christine, y a sus dos hijos, que están destrozados por esta pérdida tan dolorosa. Desde Informalia hacemos un repaso de su vida en imágenes.

    Con la británica Christine Anne Robinson llevaba unido desde hace alrededor de cuatro décadas. La conocía de toda la vida, ya que coincidieron juntos en el colegio, aunque no fue hasta su llegada a la Premiere League en los años 80 cuando se reencontraron e iniciarion su romance.

    Con ella tuvo a sus dos hijos, Liam, que llegó al mundo en 1986, y Aimee, que nació unos años después. La pequeña le dio a su familia uno de los mayores sustos de su vida en 2017, pues estuvo presente en el Puente de Londres cuando tuvieron lugar los fatídicos atentados.

    El ex futbolista era muy reservado con su vida privada y solo apareció junto a su mujer y sus hijos en contados actos públicos. Algunos de ellos, la recepción organizada en Madrid por el príncipe Andrés en 2000, a la que acudió junto a Christine;  y también al estreno de Shrek 3, película en la que dobló a un personaje, junto a la familia al completo. 

    Lea tambiénSergio Ramos, Rafa Nadal, Albert Rivera y otros famosos lloran la muerte de Michael Robinson

    En lo profesional, uno de sus grandes momentos llegaría en 1984, cuando levantó como delantero la Copa de Europa tras pasar por varios equipos. La ganó en el Estadio Olímpico de Roma tras jugar unos minutos en la prórroga. Durante su paso por el equipo británico, también se alzó con la Liga inglesa y la Copa de la Liga. 

    Tres años después dejó al equipo británico para emprender su última etapa como jugador en España, donde formó parte del vestuario del Osasuna. Fue su último equipo, del que se retiró en 1989 para el pesar de los pamplonicos.

    Lea tambiénMichael Robinson ha muerto sin sufrir y con muchas ilusiones cumplidas

    Tras colgar las botas inició sus andaduras como comentarista deportivo. En sus intervenciones como futbolista ya había demostrado sus dotes como comunicador frente a una cámara o un micro. Su primera aventura profesional en este ámbito le llegó como comentarista de los partidos de la Premiere en TVE. También formó parte del equipo de narradores del Mundial de Fútbol de 1990.

    Meses después, fue narrador de partidos en Canal + y se inició como colaborador en El larguero de la Cadena SER. Su gran oportunidad y la que supuso un punto de inflexión en su carrera televisiva llegó en 1991, cuando se puso al frente del emblemático El día después de Canal +, en el que se repasaban las jornadas deportivas desde el lado más humano y con una gran carga sentimental.

    Lea también - Michael Robinson habla de su cáncer incurable: "He vivido un año de emociones"

    Tras dejar este programa en 2004 por discrepancias editoriales, ha presentado Informe Robinson desde 2007 hasta la actualidad, con un total de 13 temporadas y 114 programas emitidos. Al mismo tiempo, ha presentado en La SER el programa Acento Robinson desde el año 2013.

    Su voz tan característica también encandiló al mundo del cine. Dobló dobló a Doris, la hermanastra del famoso ogro verde en Shrek 2 y Shrek 3. Además, protagonizó y dobló algunos recordados spots publicitarios.

    Su impecable trayectoria en televisión le ha llevado a recibir importantes premios. Ganó dos premios Ondas en 1992 y 2009, y también el Premio Internacional de Periodismo Vázquez Montalbán.

    En 2018 se le diagonisticó el cáncer y desde octubre del pasado año casi todo su entorno conoció el diagnóstico terrible que anunciaba el fin de la batalla contra el melanona. Un amigo de toda confianza de la familia recuerda con gran tristeza que a la familia le comunicaron que tenía metástasis en el cerebro, en varios sitios.

    "Entonces llamaron a su hermana, de Australia, para que viniera, y nos dimos cuenta de que se iba sin remedio", relata devastada nuestra fuente. "Pero Michael no sufrió, no pasó dolores", nos dicen. "Le recordaremos con esa sonrisa que siempre tenía en el rostro y que era tan contagiosa como sus ganas de hablar, su amor las personas y a la conversación".