Armani, muy decepcionado con el mundo de la moda: "Ya no quiero trabajar así, me parece inmoral"
Vicky Ballesteros
Giorgio Armani está preocupado por la crisis económica que el coronavirus ya está generando en muchos sectores, como el de la moda. No obstante, el diseñador italiano piensa que debe verse cómo una "oportunidad" para mejorar lo que no estaba funcionando dentro del mundo de la aguja y el dedal.
El creador lanzó su reflexión mediante una carta difundida en la revista Women's Wear Daily, (WWD), donde afirma que el mundo de la moda ha estado tristemente marcado por el ritmo frenético de diseño, manufactura y entrega. "Ya no quiero trabajar así, me parece inmoral", señala.
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En la misiva también hace una crítica sobre el consumismo masivo, la superproducción y el poco tiempo que separa a unas colecciones de otras. Factores que para nada favorecen a la conservación del medioambiente.
Además, se muestra en contra de que en las tiendas se trate a los artículos de lujo como si fueran prendas estándar: "El declive del sistema de la moda, tal y como lo conocemos, comenzó cuando el sector del lujo adoptó los modos de funcionamiento de la moda rápida con un ciclo de entrega continuo, con la esperanza de vender más".
Así, señala que el valor que se le debe dar a un producto de lujo debe de ser muy distinto: "No tiene sentido que una chaqueta o un traje mío esté en la tienda durante tres semanas, que se vuelva inmediatamente obsoleto y sea reemplazado por una nueva mercancía, no demasiado diferente de la anterior".
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Sostiene que durante estos días en los que la producción está cancelada, los empresarios de la moda deben convertir la crisis en una "oportunidad para volver a dar valor a la autenticidad".
Está cansado de cómo funciona este sector en todo el mundo y no está dispuesto a seguir trabajando de la misma forma: "Basta con la moda como un juego de comunicación, con desfiles en todo el mundo sólo para presentar ideas insípidas. Basta de entretenimiento con grandes espectáculos que hoy se revelan como lo que son: inapropiados y vulgares".
Se muestra motivador y asegura que ahora es el tiempo adecuado para el cambio: "El momento que estamos atravesando es turbulento; pero nos ofrece la oportunidad única de arreglar lo que está mal, de eliminar lo superfluo, de encontrar una dimensión más humana. Esta es quizás la lección más importante de esta crisis".