Las otras dos crisis de Irene Montero, ya recuperada del COVID-19: ¿dimisión y... separación?

Cuarenta días y cuatro test han hecho falta para que la novia de Pablo Iglesias y actual ministra de Igualdad pueda decir, por fin, que ha superado el coronavirus. Irene Montero ha anunciado este martes en redes sociales que está por fin 'limpia': "Recuperada del COVID-19 y contenta de finalizar el aislamiento. Toca seguir trabajando para un gran acuerdo de reconstrucción que ponga en el centro los cuidados y dignifique y proteja la labor de quienes cuidan de todos y todas".

El recibimiento que le han dado no es, desde luego, el que ella esperaba, pues muchos internautas han aprovechado para pedir su dimisión por lo que califican una gestión irresponsable de esta crisis por su parte.

Pero esta no es el único problema al que tendrá que hacer frente la ministra a partir de ahora. Durante su aislamiento no solo se ha puesto en duda la utilidad de su ministerio y su aportación a la gestión de la crisis sino también su relación sentimental con Pablo Iglesias. Según Alfonso Ussía, está rota. El veterano periodista afirmó que el líder de Podemos había dejado a Irene por su compañera Lilith Vestrynge: "La tragedia no sólo es abandonar a una mujer con tres niños pequeños, la menor de ellos, una lactante. La tragedia es tener de suegro a Jorge Verstrynge".

La información corrió como la pólvora por las redes sociales, donde apuntaban a que una presunta separación sentimental explicaría por qué Iglesias no guardó la cuarentena obligatoria a pesar de compartir casa con una contagiada de COVID-19 y había continuado con su rutina habitual en el ministerio. Ellos, por supuesto, ni han confirmado ni desmentido la noticia. 

Hace solo unos días que Irene Montero entró en directo en el programa Sálvame para contar cómo estaba viendo el aislamiento en su chalet de Galapagar y con sus hijos: "Con tres niños pequeños en casa estoy haciendo malabares, es difícil compaginarlo con el trabajo porque la niña aún es lactante, así que echo mucho de menos a las abuelas, que siempre ayudan mucho", dijo. "Sé que soy una privilegiada en muchos aspectos y que comparto con mi pareja la responsabilidad de la casa y el cuidado de los niños".

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Entonces, la novia del vicepresidente del gobierno habló de los planes que tenía con Pablo Iglesias y con sus hijos cuando todo terminara: "Cuando me quite la mascarilla y los guantes me comeré a besos a mis hijos. Tengo ganas de volver a la rutina, a las pequeñas cosas, como hacer la compra, y también ir al teatro. Si fuera con mi pareja sería maravilloso".