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Esther Doña: una pensión ridícula, fuera de El Rincón y a la espera del testamento
Martín Alegre
Cuando está a punto de finalizar la cuarentena de Esther Doña, contagiada por el coronavirus que causó la muerte a su marido Carlos Falcó, poco se sabe del futuro de la marquesa viuda de Griñón.
Confinada en el palacio de El Rincón, residencia del matrimonio durante los dos años y medio que duró su unión con el marqués, la cuarta esposa del aristócrata tendrá que dejar la mansión de 30 habitaciones, situada a 64 kilómetros de Madrid, ya que es propiedad de Manuel Falcó, el hijo mayor del marqués, que fue comprando inmuebles de su padre cuando tenía problemas de liquidez.
Sin hijos menores
Aunque el domicilio conyugal de este último matrimonio del aristócrata era El Rincón, expertos en Derecho matrimonial explican a Informalia que al no tener hijos menores de edad viviendo en la casa familiar, la permanencia de Esther Doña en El Ricón es inviable y está obligada a marcharse.
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De todas formas, la marquesa viuda tiene derecho a una cuarta parte de la pensión del Estado que cobraba su marido. La ley española estima que cada esposa de un fallecido, aunque estuvieran divorciados, hereda un porcentaje de la pensión del difunto.
Con la suiza Jeannine Girod, madre de Manuel y Xandra, estuvo siete años casado. Su matrimonio, en 1980, con Isabel Preysler, fruto del cual nació Tamara, duró cinco años. Con Fátima de la Cierva, bisnieta del duque del Infantado, estuvo casado 18 años. Con ella tuvo a Duarte y a Aldara. En 2017 se casó con Esther Doña, un matrimonio muy corto.
Informalia ha podido saber que tanto Jeannine Girod como Isabel Preysler renuncian a lo que pudiera corresponderles. No sabemos qué ocurre con Fátima de la Cierva. En todo caso, la pensión es proporcional al tiempo que dura el matrimonio. Por ello, la cantidad que le llegará a Esther Doña será ridículamente pequeña, en torno a 100 euros.
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En cuanto a su estancia en lo que ha sido hasta ahora el domicilio del matrimonio, puede que Manuel Falcó (arriba) le dé un tiempo a la viuda su progenitor para buscar un sitio donde vivir, independientemente de lo que haya podido corresponderle en la herencia del marqués, cuyo testamento también está punto de conocer la familia. Y más en estos momentos en los que el estado de alarma impide que nadie salga de casa salvo en situaciones muy excepcionales, y más si está contagiada o lo acaba de estar.
Esther Doña es propietaria de dos pisos en Las Rozas, con los que se quedó después de su segundo divorcio y que al parecer, ahora están alquilados. En diciembre de 2016, la entonces novia de Carlos Falcó compareció en el Juzgado de Instrucción número 4 de Majadahonda acusada de presuntos delitos de estafa procesal y denuncia falsa. Esos dos inmuebles habían sido embargados a causa de las deudas acumuladas en negocios fallidos que emprendió Esther contra su segundo marido y otros socios. Y aunque finalmente consiguió que se levantara el embargo, los demandantes la acusaron de presunta estafa procesal y de haber falsificado documentos y su firma, una querella que fue admitida a trámite y que en su momento preocupó y mucho a su prometido. Entonces, el marqués de Griñón le buscó a su novia asesoramiento con uno de los mejores abogados de Madrid pero el pleito todavía sigue ahí.