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Carmen Calvo, de 62 años, ingresada: la abuela que enamoró a su guardaespaldas


    Silvia Armesto

    La vicepresidenta primera del Gobierno, de 62 años, acudió a una clínica privada el domingo a última hora al sentir el empeoramiento de su estado después de sufrir una alergia estacional y permanece ingresada desde el domingo por la noche en la clínica Ruber de Madrid aquejada de una "infección respiratoria", según informa Moncloa en un comunicado.

    A Calvo le han realizado el test del coronavirus. "Cuando se conozca el resultado de esta prueba, se hará pública la información", aclara Moncloa. En las redes y algunos medios se ha resaltado que una mujer que defiende a ultranza la sanidad pública esté ingresada en un centro privado. Pero Calvo permanece en la clínica Ruber de acuerdo "con los convenios de Muface, la mutualidad pública a la que pertenece" por ser funcionaria de carrera.

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    Calvo estuvo en contacto con la esposa de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, en la manifestación del 8M y con otras personas que también han dado positivo en las últimas dos semanas, como la ministra de Igualdad, Irene Montero o la ministra de Política Territorial, Carolina Darias.  Varios diputados también han comunicado que han padecido el Covid-19, entre ellos Santiago Abascal, Javier Ortega Smith o la expresidenta del Congreso, Ana Pastor, entre otros.

    Carmen Calvo acompañó a Pedro Sánchez al Pleno del Congreso del pasado miércoles en el que participó un número mínimo de diputados para mantener al máximo las recomendaciones sanitarias y evitar contagios.

    Abuela Carmen

    La vida familiar de la vicepresidenta del Gobierno no es tan conocida como su labor política e institucional. Pero sabemos que ejerce de abuela y que cuando puede procura recoger a sus nietos al colegio. Calvo mantiene una relación tan fluida y cotidiana con su única hija como su agenda se lo permite. De hecho, su hija Vanessa y su yerno suelen quedar con ella a comer o merendar, según ella misma ha contado en ocasiones.

    Vanessa es fruto del primer matrimonio de Calvo con el historiador José Luis Casas. Se casó muy joven, no tenía ni 20 años, y eran novios desde los 13. Juntos salieron de la localidad cordobesa de Cabra para irse a estudiar a Sevilla. Carmen, que estudió en las monjas Escolapias antes de doctorarse en Derecho, tuvo que pedir permiso a sus padres para irse a vivir juntos sin haberse casado. Hace 40 años no era normal 'ajuntarse' y no estaba bien visto por amplios sectores sociales, no solo religiosos.

    Al matrimonio se le rompió el amor pero Carmen mantiene una buena relación con el padre de su hija y abuelo de sus nietos. Calvo se volvió a casar con Manuel Pérez Yruela, sociólogo del CSIC, del que también se separó. Carmen Rigalt contó que cuando fue titular de la cartera de Cultura durante el Gobierno de Zapatero, se enamoró de su guardaespaldas, de nombre Julián. Una relación que Calvo no desmintió jamás. Poco dada a airear su vida privada, sí ha admitido públicamente que le gustan los hombres cultos, inteligentes y buenas personas, además de maduros emocionalmente.