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Paisaje después de la batalla: Felipe avergonzado, doña Sofía devastada y Juan Carlos, hundido y refugiado en Elena


    Martín Alegre

    Como en todas las guerras, el paisaje después de la batalla es desolador para la Familia Real. Se ignora si en su mensaje de este miércoles, donde hablará del coronavirus, Felipe VI hará referencia a la última vez que se dirigió al país: cuando comunicó este sábado que retiraba la asignación a su padre, el rey Juan Carlos.

    El presidente del Ejecutivo respalda las medidas que ha tomado Felipe VI para distanciarse de las actividades de su padre. Pedro Sánchez se posiciona con el jefe del Estado en esta nueva lucha entre Borbones, que pasará a la Historia, como otras entre padres e hijos de ésta y otras dinastías. "Como presidente del Gobierno no solo las apoyo sino que creo que son unas medidas necesarias y coherentes con las actuaciones tendentes a la transparencia y la ejemplaridad que durante el reinado de Felipe VI se han venido impulsando por parte de la Casa Real".

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    Un año callado

    Pero Felipe VI ha tardado más de un año en hacer público el comunicado en el que le retira la asignación de casi 200.000 euros anuales y además le deja a los pies de los caballos. La nota difundida el sábado por el jefe del Estado es contundente contra don Juan Carlos y reconoce de forma implícita que el Emérito ha actuado de un modo no solo reprochable ética y moralmente, y desde luego nada ejemplar, sino incluso de forma presuntamente delictiva o al menos como para ser investigado por la Justicia de tres países, incluida España.

    Felipe VI admite en su comunicado que se ha tomado un año para reaccionar en público desde que tuvo conocimiento de que era beneficiario de las fundaciones sospechosas (porque don Juan Carlos así lo quiso). El Rey ha destapado el escándalo y renunciado a la herencia, si es que puede: la renuncia del Rey a una hipotética herencia tiene carácter simbólico, pues legalmente solo puede hacerse cuando se ejecute el testamento. Solo la retirada de la asignación económica tiene efecto inmediato. 

    Coronavirus

    Hay que tener en cuenta que el comunicado de Felipe contra su propio padre, una bomba informativa que hubiera monopolizado la atención mediática por encima de todo, llega en plena crisis del coronavirus, con el país conteniendo la respiración y sus súbditos aterrados por el virus y el tsunami económico que se avecina, y solo después de que la prensa le señalara como beneficiario de la fabulosa fortuna que su padre recibió de Arabia Saudí, presuntamente como comisionista del Ave a la Meca, y poco después de conceder el Toisón de Oro al rey (árabe) que le pagó muy bien la distinción, supuestamente.

    Muy turbio

    Pero si esta historia tan turbia de Corinna zu Sayn-Wittgensteinamante rubia que vivía en palacio (que pagamos todos), sociedades en Panamá, fundaciones en Liechtenstein y cuentas en Suiza no olía ya lo bastante mal como para teñir la sangre azul de otro color menos noble, ahora tenemos ante nosotros procesos judiciales en países donde la inviolabilidad de don Juan Carlos es tan sólida como su palabra cuando, después de Botsuana dijo aquello de "me he equivocado, lo siento mucho, no lo volveré a hacer más". Porque hay una investigación en Suiza y porque la amante Corinna, aquella a la que don Juan Carlos donó 65 millones de euros, le ha denunciado en Londres.

    Dar la cara y responder

    No es probable que Felipe VI haga en el mensaje televisado de este miércoles referencia alguna al escándalo que él mismo ha contado en su comunicado, ya que comparece para hablar del coronavirus. Pero cuando la pandemia lo permita, el Rey Emérito tendrá que dar la cara, comparecer y explicar mirando a cámara por qué se ocultó en un entramado de sociedades, fundaciones y cuentas ese dinero que llegó de Arabia Saudí, y pasó por Panamá, Liechtenstein o Suiza; por qué colocó a su hijo de beneficiario (sin consultarle), si están sus hijas ahí, y si piensa devolverlo, por ejemplo, como donación al sistema sanitario. 

    También estaría bien que pidiera perdón, independientemente de lo que los jueces helvéticos y británicos decidan hacer. No solo por el dinero, sino por haber avergonzado a su hijo y humillado a su mujer, por haber puesto en peligro a la monarquía en un momento muy delicado.

    La familia, contra Juan Carlos

    La familia de Juan Carlos le ha dejado casi solo, y no digamos el poder Ejecutivo. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, calificó este martes de "necesaria y coherente" la decisión del Rey de renunciar a cualquier herencia económica que pudiera corresponderle de su padre y retirar la asignación que recibía Juan Carlos I de los Presupuestos tras las informaciones sobre su supuesta fortuna oculta. Sánchez reconoció que el "asunto" es de tal "gravedad" que "ha sobresaltado al conjunto de la opinión pública", pero mostró su respaldo a Felipe VI. 

    A la vista del terremoto provocado por el comunicado de Felipe VI, rompiendo lazos con las supuestas corruptelas de su padre, se entiende que el rey actual no haya comparecido públicamente hasta este miércoles, como lo hace en Nochebuena, para dirigirse a los españoles. Un gesto que han reclamado desde distintos medios de comunicación.

    Felipe VI está avergonzado de que su padre pueda acabar su vida institucional en un juzgado, oscureciendo así los méritos evidentes que ha tenido a lo largo de su reinado. Alguien que conoce bien los entresijos del palacio de la Zarzuela confiesa a Informalia que el ambiente es desolador en la residencia de los reyes eméritos, donde Felipe VI tiene su despacho. "Don Juan Carlos está muy solo, le han dado de lado en la familia: su esposa, hijo y su nuera, y no digamos la opinión pública y la prensa. Por eso el viernes pasado por la tarde se dirigió a la casa de la infanta Elena y estuvo con la hija que más le quiere y mejor le entiende más de dos horas. Es el único refugio que le queda", explica a este portal una fuente cercana a don Juan Carlos.

    En la tarde de este lunes, cuando ya había saltado el comunicado de su hijo, otra persona que tiene contacto directo con don Juan Carlos le envió un un mensaje de apoyo, corto simple y claro: "Señor, un abrazo muy grande". La respuesta de don Juan Carlos fue inmediata: "No sabes cómo te lo agradezco. Tu Rey". Esta firma de Su Majestad es poco habitual en sus respuestas, puesto que normalmente se despide con sus iniciales: "JC".

    Exilio

    Cuentan en este entorno que una de las propuestas que más le han dolido el Emérito era la que le sugería en una columna un conocido comentarista político. Y era que en un gesto de dignidad, se fuera de España a vivir en un país europeo que podía ser Suiza, en un autoexilio voluntario que le alejara de la Familia Real. Según estas fuentes, la reina Sofía, devastada por la conducta de su marido y el daño que puede haber causado a la Corona, confesó a su gente más cercana que ella nunca se iría de España. 

    Estaría dispuesta a abandonar el palacio de la Zarzuela o incluso a cambiar Madrid por Mallorca, pero no dejaría su país de adopción con vergüenza, como tuvo que hacer su hermano Constantino, cuando en 1967 tuvo que abandonar el trono y exiliarse en Roma, después de apoyar el golpe de estado de los coroneles griegos.