La crueldad de Steve Jobs con su hija mayor: le obligó a presenciar sexo con su madrastra
Informalia
El creador de Apple cumpliría este martes 65 años. Fue dado en adopción recién nacido, dejó la universidad porque no la podía pagarla y fundó una de las compañías de tecnología más importantes del mundo. Pero hay un lado de Steve Jobs que se conoce menos: la horrible relación que tuvo con su hija mayor, Lisa, a quien reconoció obligado por la justicia cuando ella cumplió los 7 años.
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Lisa Brennan, la hija mayor de Steve Jobs, publicó, hace dos años, el libro Small Fry, donde narra la conflictiva relación que tuvo con su padre. En el texto cuenta anécdotas que lo muestran frío, poco afectuoso e irresponsable.
En el libro explica que al principio se negó a reconocerla como hija. Steve Jobs tenía 23 años cuando nació Lisa fruto de su relación con Chrisann Brennan. Negó su paternidad durante años, pero gracias a una prueba de ADN fue obligado por la justicia a reconocerla.
Lisa reveló que Steve Jobs la obligó a presenciar una escena íntima con su madrastra cuando tenía 9 años. Según relató, Jobs abrazó a su esposa, Laurene Powell Jobs frente a la familia,"y movió las manos hacia sus senos y a lo largo de sus piernas mientras gemía de manera exagerada". Cuando Brennan-Jobs intentó retirarse, su padre la obligó a permanecer en la habitación y no tuvo más opción que mirar para otro lado para evitar presenciarlo: "Quédate aquí. Este es un momento familiar y es importante que seas parte de la familia", recordó Lisa.
En el libro cuenta varias anécdotas que muestran lo mezquino que podía ser con ella. En este sentido, contó que se apresuró a reconocerla antes de que Apple cotizara en bolsa, para pagarle menos manutención. "En 1980, cuando yo tenía dos años, la fiscalía del condado de San Mateo, en California, demandó a mi padre para que pagara la manutención de menores. El estado quería que él pagara la manutención y que devolviera los pagos de seguridad social [que la madre había recibido para la niña]. (…) Mi padre respondió negando su paternidad y juró en un testimonio oficial que él era estéril (…) Se ordenó un examen de ADN. (…) Las probabilidades de que estuviéramos vinculados fueron las más altas según lo que se podía medir entonces, 94,4 por ciento. (…) El caso se terminó el 8 de diciembre de 1980, bajo la insistencia de los abogados de mi padre para cerrarlo, sin que mi madre entendiera por qué una causa que se había demorado durante meses ahora se llevaba a un final apresurado. Cuatro días más tarde Apple comenzó a cotizar en bolsa y de la noche a la mañana mi padre valía más de 200 millones de dólares".
También cuenta que se negó a pagarle el último año de estudios en la Universidad de Harvard, aún sabiendo que no le darían una beca porque era hija de una persona con poder adquisitivo alto. Son varios los relatos que dan cuenta de una personalidad hostil y tirana, como cuando él exigió que, para irse a vivir con él y la familia que había formado con Powell debía dejar de ver a su madre durante seis meses. Esto ocurrió tras el nacimiento de su hijo Reed, con su esposa Laurene.
"Si eliges vivir con nosotros, me gustaría que me prometieras que no verás a tu madre por seis meses. Necesitas intentarlo de verdad", dijo. No iba a funcionar si yo iba y venía, no se daría. Él había decidido que una ruptura total sería la manera correcta; mi madre no estaba de acuerdo, pero esos eran los términos de él". "De lo contrario", dijo, "retiro la oferta".
A pesar del maltrato y todas las situaciones traumáticas que Lisa contó que vivió, decidió acompañar a su padre hasta sus últimos días, con la esperanza de lograr vincularse de una manera más sana, algo que, según dejó en claro en su libro no ocurrió.