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Exclusiva: Ágatha Ruiz de la Prada pasa por chapa y pintura: lifting de cara y cuello


    Martín Alegre

    La Semana de la Moda de Nueva York ha sido la vía de escape que necesitaba Ágatha Ruiz de la Prada para dar rienda suelta a su nueva libertad. La diseñadora ha desfilado estos días un año más en la pasarela de Manhattan, pero en esta ocasión lo hace tres semanas después de romper definitivamente con Luis Miguel Rodríguez, tal y como adelantó en primicia Informalia.

    El Chatarrero, como se le conoce, es tal vez el personaje más opuesto en modales y clase social a la aristócrata pero también el hombre que más feliz la ha hecho en todos los sentidos. El dueño de Desguaces La Torre apareció en la vida de la marquesa de Castelldosríus cuando ella pasaba una etapa de gran desánimo y desolación sentimental después de romper su matrimonio con Pedro J. Ramírez. El periodista abandonó a su esposa y madre de dos de sus hijos por la abogada Cruz Sánchez de Lara.

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    La sencillez, algo rústica, de Luismi, que acababa de dejar a Carmen Martínez-Bordiú, además de su comentada fogosidad sexual y su sentido del humor, de corte primitivo, conquistaron a Ágatha, que ha sido feliz estos dos últimos años, hasta que ha tenido que romper finalmente la relación, por el tufillo a infidelidad del rey de la chatarra.

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    En el número de Hola que está en los kioskos, con Ágatha en la portada, la ex de Pedro Jota, explica que siempre supo que su noviazgo tendría fecha de caducidad por esta inclinación irremediable que tiene Luismi hacia muchas de las mujeres que pasan por su lado. Sin embargo, Ágatha asegura que no cree que Luismi le haya sido infiel en el sentido literal de la palabra, sino que no puede remediar ser un ligón y un coqueto impenitente. En las páginas del semanario podemos ver a una Agatha más guapa que nunca y no sólo porque la ruptura no haya sido ningún trauma para ella. Al contrario.

    Este pasado mes de enero, cuando ya estaba firmemente decidida a romper con Luis Miguel, aunque le había perdonado sus fotos besando a Marcia di Lele en plena calle y pasaron el Fin de Año juntos, decidió que su cambio de vida debía ir acompañado también de un cambio de imagen.

    Retocada por Juan Peñas

    Y así ha sido y con un resultado espectacular. Agatha, que cumple 60 espléndidos años en julio, se puso en manos del doctor Juan Peñas, uno de los grandes cirujanos plásticos de Madrid, que hace unos cuatro años ya le había practicado una operación estética de ojos. En enero la intervención ha sido un lifting completo, cara y cuello, con un recuperación rápida y satisfactoria que le ha quitado diez años de encima y que le permitió aparecer radiante en la exclusiva de Hola.

     

    En plena convalecencia, Luis Miguel la visitó en la clínica, insistiendo en que seguía enamorado de ella y no quería romper. Trop tard, que dirían los franceses. La nueva Ágatha empieza una etapa de su vida, compuesta y sin novio. Y nunca mejor dicho.