Quim Torra se vuelca en su mujer tras ser operada de un tumor

El presidente de la Generalitat ha cancelado su agenda por una razón de peso: su esposa Carola Miró Bedós, que lucha contra un cáncer de colon, fue operada este lunes de un nuevo tumor. Son momentos complicados para Quim Torra, que se ha volcado estos días en el cuidado de su mujer, con la que lleva casado 30 años.

Este martes, Día Mundial Contra el Cáncer, Torra lanzó un mensaje de apoyo a través de las redes sociales: "A todas las personas que luchan contra el cáncer, fuerza, coraje y abrazos. A todas las personas que cuidan a los enfermos de cáncer, la sonrisa solidaria de la vida. A todas las personas que investigan, curan, palían el cáncer, muchas gracias".

Carola tiene 53 años y es maestra de profesión aunque goza de una excedencia de la escuela concertada Thau, un colegio de la zona alta de inclinación independentista.

Treinta años casados y tres hijos

Miró y Torra se conocen casi desde que eran niños. Estudiaron juntos en el colegio de los Jesuitas de Sarriá y comenzaron a salir en 1987. Son padres de tres hijos, Carola, Guillem y Elena, con los que viven en el centro de Barcelona, muy cerca del barrio de Gràcia. Hace tres años, cuando Caro (para los amigos) cumplió el medio siglo, su marido le escribió un emotivo mensaje: "Nunca te he oído quejarte por nada, ni dar un no a nadie por respuesta. Al contrario, siempre una sonrisa a punto para cualquiera que lo necesitara. Huyendo de cualquier protagonismo, trabajadora inagotable, pero disfrutando de los pequeños momentos fabulosos de la vida: regar un geranio, coser un botón, hojear un libro, tomar el sol en una tumbona, darles un beso a los hijos". Y concluyó: "Tenerte a mi lado, sentir tu sencillez y bondad, hacen que la vida tenga otro sentido cada día. Carola, Guillem, Elena y tú rellenáis mi vida".

Maestra e independentista

Carola es una mujer tímida y discreta, amante de la literatura y que acude cada domingo a misa junto a su esposo. Le gusta la naturaleza y veranea en Cabrils (Maresme), donde pasa horas entre el patchwork y el punto de cruz. Su vena guerrera se manifiesta para luchar por la independencia de Cataluña, pues es tanto o más separatista que su esposo: participó en la toma del aeropuerto de El Prat el pasado 14 de octubre. De hecho, se presentó a las elecciones autonómicas de 2010 figurando en las listas por Barcelona de la formación Reagrupament Independentista y entró en el CDR de su barrio (Sant Gervasi de Barcelona), aunque abandonó sus filas el mismo mes que su marido se convirtió en presidente de la Generalitat.

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Cinco años de pesadilla

La pesadilla de la familia comenzó en 2015, cuando le fue detectado a Carola un cáncer de colon. Su virulencia obligó a los médicos, dos años después, a extirparle el bazo y los ovarios. Desde entonces, Carola se encuentra en excedencia laboral y es un destacado miembro de la Fundació d'Oncología Infantil Enriqueta Villavecchia, donde ejerce como voluntaria dos veces por semana.