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Miranda Rijnsburger, mujer de Julio Iglesias, desvela secretos inéditos de su matrimonio
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Miranda Rijnsburger, mujer de Julio Iglesias, ha abierto su corazón y se ha mostrado tal y como es en una entrevista para Vanity Fair en la que cuenta cómo conoció al cantante, sus primeras cautelas antes de intimar y también habla sobre su actual vida familiar.
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La entrevista y sesión de fotos se realizó en París el pasado mes de diciembre, en la suit del hotel Shangri-La, donde la holandesa se hospedó junto a sus hijas, Victoria y Cristina, de 18 años, que acudidieron a la capital francesa para celebrar su puesta de largo.
Julio no está presente, ya que decidió quedarse en su mansión de Indian Creek. A él no le gusta el frío. "Un día hacía unos 20 grados en Miami y ¡decía que tenía frío! Le encanta el sol", cuenta la holandesa entre risas al medio.
¿Pero quién es realmente Miranda Rijnsburger, la mujer con la que Julio Iglesias lleva casado 30 años? "Siempre se refieren a mí como modelo, pero en verdad solo lo fui durante un año", dice.
La holandesa no ha olvidado la primera vez que posó para un fotógrafo especializado en moda. Ella había acudido de vacaciones a pasar unas semanas tras la muerte prematura de su padre en 1990 por un tumor cerebral. "Allí había un fotógrafo canadiense haciendo un catálogo de ropa de baño. Me convenció para que posase".
Miranda tenía 24 años, aceptó el reto y durante las siguientes semanas no pararon de llamarla. Dejó su trabajo en una empresa de selección de personal y probó suerte como modelo. "Iba sobre todo a Canadá, pero visité muchos países. Fue una gran experiencia", cuenta.
La mujer de Iglesias heredó la pasión por viajar de su progenitor. Desde los 15 años, Wim Rijnsburger trabajó en buques transoceánicos. "Recorrió el mundo entero. Me acuerdo de las aventuras que siempre me contaba. Era bueno y muy generoso", explica emocionada Miranda. Wim conoció a Paula, su futura esposa, cuando tenía 16 años. "Era el gran amor de su vida". Se casaron a los 22 años y, cuando nació Miranda, la primera de sus dos hijas, dejó el mar.
La primogénita de la familia creció junto a su hermana Anita en una casa flotante cerca de Ámsterdam. "Todos los días hacía 11 kilómetros en bicicleta para ir a la escuela", recuerda Miranda. Al concluir bachillerato, se matriculó en un curso de secretariado ejecutivo. Gracias a ello comenzó a trabajar en una compañía de ordenadores y en otra relacionada con la moda.
Flechazo en Yakarta
Miranda conoció a Julio Iglesias en el aeropuerto de Yakarta. "Lo vi rodeado de mujeres y pensé que alguna de ellas era su esposa. No estaba al tanto de su vida personal. Se acercó y me propuso que fuese a verlo cantar esa noche. Tuve dudas. Yo sabía quién era, aunque lo desconocía todo acerca de su vida personal. Me lo pensé y finalmente accedí".
Tras el recital, Julio le propuso a Miranda que le acompañara en su gira por Kuala Lumpur, Singapur y Tokio. Volvió a aceptar, pero antes de subirse en el jet privado del artista, la joven tuvo un gesto de lógica cautela. "En el remite escribí mi nombre. ¡Me mandé la carta a mí misma! Tenía que contar que me iba con él por si me pasaba algo". Y por supuesto que le pasó. Tras el viaje, Julio, enamorado, no paró de llamar a la que finalmente se convertiría en su mujer y volvió a "forzar" un nuevo encuentro. Esta vez fue el concierto de Año Nuevo que daba en Las Vegas. "Poco a poco fue surgiendo todo. A mitad de 1991, me instalé en su casa de Indian Creek. ¡Cómo pasa el tiempo!".
Miranda encontró una nueva familia en la que encajó estupendamente. Tiene una buena relación con Enrique, Julio José y Chabeli, y también su hijos la tienen con ellos.
Habla de su marido con cariño. Dice que se encuentra estupendamente y que "se cuida mucho". "Hace deporte, está lleno de energía. Da envidia, porque nunca se aburre, siempre está activo y es disciplinado", dice.
Sobre una posible gira en España, Miranda anuncia que de momento no podrá ser, pero no descarta que Julio Iglesias visite su país en 2020. "Le piden siempre que vaya, pero este año tenía otro compromiso. Él tiene muchas ganas de cantar allí. Espero que sea el próximo año. Se siente querido. Lo noto yo por donde voy. ¡Siempre me hablan bien de él!".