José Mota gana el juicio contra la constructora de su vivienda: esta casa es una ruina
Informalia
Tras cuatro años de batallas en los tribunales, José Mota ha ganado el juicio contra la empresa constructora de su residencia familiar que deberá indemnizar al humorista con 200.000 euros por entregar una vivienda inacabada y con serios problemas estructurales.
Según cuenta Mota, la casa no tenía aislamientos, los marcos de puertas y ventanas no estaban anclados y los azulejos de los baños se caían. Todo un desastre que le ha quitado el sueño durante los últimos años. "Aun así me doy por feliz y contento con la sentencia. Me siento por fin lleno, poder decir que se ha hecho justicia es un descanso en el alma".
El humorista adquirió un solar en Mirasierra, uno de los barrios más lujosos de Madrid, para construirse la que pensó sería la casa de sus sueños, un chalet de estilo modernista, edificado en un terreno de casi mil metros cuadrados que cuenta con tres plantas, dos porches, cocina, dos baños, aseo, garaje y un enorme jardín para jugar con sus tres hijos.
Pero la casa de sus sueños fue la de Esta casa es una ruina, la famosas película de Tom Hanks, porque COSPUSA, la constructora, entregó una vivienda inacabada y con todo tipo de problemas. Por fin, cuatro años después, los tribunales han sentenciado a la empresa a indemnizar a Mota con 200.000 euros, una cantidad que ayudará a la rehabilitación de la vivienda, aunque Mota tendrá que desembolsar más dinero para acabarla completamente. "Me siento súper feliz porque se ha hecho justicia, pero aunque parezca mucho dinero es probable que tenga que poner de mis ahorros. Mi familia y yo hemos vivido un auténtico calvario", cuenta el humorista a LOC.
"Seguimos pasándolo mal porque la casa aún no está arreglada. En el cuarto de mi hija Valeria, el otro día caían chorros de agua por la rejilla del aire acondicionado. Son infinitas las cosas que puedo contar del desastre que han hecho en mi casa", denuncia el humorista.
Mota ha contado que durante este tiempo ha enfermado su familia y han estado extremadamente preocupados. "No dormía muchas noches, mis hijos han tenido neumonías... lo hemos pasado horrible, no se lo deseo a nadie. No sé cómo puede haber gente que haga esto y se dedique a vivir la vida como si no hubiera pasado nada", afirma.
En julio de 2017 publicábamos que la felicidad de José Mota, de 54 años, se había visto empañada por un problema en la construcción de la casa en la que residía junto a su mujer, Patricia Rivas, y sus tres hijos, Daniela, José y Valeria.
"Hemos tenido una constructora que ha salido pitando y me ha dejado la casa sin aislar así que ahora estamos de juicios", declaró José Mota a Europa Press.