Javier Bardem lucha contra el cambio climático pero conduce el todoterreno más contaminante del mundo
Felipe Rodríguez
Javier Bardem pronunció un encendido discurso para luchar contra el cambio climático el pasado viernes durante la marcha por el clima que se celebró en Madrid. El actor actuó como telonero de la activista Greta Thunberg y, en un momento de su 'speech', incluso llamó "imbécil" al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. Su agresiva defensa de la sostenibilidad del planeta contrasta con los lujos del día a día de los que disponen tanto él como su mujer, Penélope Cruz.
El que más llama la atención es el vehículo en el que se mueven. El oscarizado matrimonio utiliza un todoterreno de lujo llamado Lincoln Navigator. Según cuenta El Español, se trata de un coche perteneciente a Ford y de los que más gasolina consume del mercado, lo que le hace ser de los más contaminantes. Se vende en Estados Unidos, donde lo utilizan sobre todo estrellas del mundo de la música.
El Lincoln Navigator, de dos toneladas y media, siete plazas y 5,3 metros de largo, tiene un motor de 5,4 litros de cilindrada y consume 17 litros por cada 100 kilómetros. El vehículo gasta una enorme cantidad de gasolina y, si se vendiera en Europa, mantenerlo sería un lujo casi imposible de asumir. Es altamente contaminante.
El vehículo no es el único lujo contaminante de Javier y Penélope. Como las dos estrellas del cine que son, se trasladan a menudo en jets privados. En algunas ocasiones, con el objetivo de dirigirse a rodajes por todo el mundo. En otras, para marcharse de vacaciones junto a sus dos hijos. Hace unos meses, disfrutaron de unos días de relax en Las Bahamas, hasta donde llegaron a bordo de un jet. Allí se alojaron en una maravillosa mansión a pie de playa, construida tras cortar decenas de palmeras e invadiendo terreno natural.
Por si fuera poco, Penélope es imagen de una marca de cruceros de lujo. Este tipo de barcos contaminan cinco veces más que el total de los vehículos que circulan en la Península, según un estudio de la Federación Europea de Transporte y Medioambiente. Asimismo, la actriz también promociona firmas de cosméticos que no son precisamente ecológicas, lo que le reporta cerca de dos millones de euros anuales.