Rocío Carrasco, en crisis con Fidel Albiac: hundida por la presión mediática

La relación entre Rocío Carrasco y Fidel Albiac no pasa por su mejor momento. A la hija de Rocío Jurado le está afectando personalmente volver a ser el centro de atención, especialmente desde que su hija Rocío Flores acude a los platós. La eterna batalla en los tribunales ante su ex marido, Antonio David Flores, también ha repercutido en su crisis matrimonial con Albiac.

Rociíto se encuentra abatida por el estrés que le ocasiona ver a su hija en televisión y por comprobar cómo una vez más se está cuestionando su papel como madre. Esto está mermando en su relación con Fidel, que no soporta ver cómo su mujer vuelve a revivir los fantasmas del pasado, según cuenta la revista Lecturas.

Lea también - Rocío Carrasco también hablaba de Antonio David: "Creo que ha habido otra mujer en su vida"

A la ex tertuliana de Telecinco no le ha sentado nada bien que su primogénita hablé públicamente del sonado incidente que ocurrió hace ya siete años, el que provocó que las dos declararan ante la Guardia Civil y que Antonio David se quedase con la custodia de Rocío. Tampoco le gusta que su hija hable de sus intentos de reconciliación: "Mi madre sí me cogió el teléfono cuando me puse en contacto con ella. Fue un 'hasta luego, Mari Carmen'", dijo la joven recientemente.

La tristeza de Carrasco también está afectando a su vida profesional, pues ha cancelado sus últimos compromisos laborales. En la actualidad, se encontraba al frente de la promoción del espectáculo Que no daría yo por ser, en el que se homenajea la figura de su madre y en el que su marido es además director y productor musical. 

Otra de las cuestiones que están afectando al matrimonio de Rocío y Fidel es una de las últimas derrotas en los tribunales ante Antonio David. El juez archivó la demanda por maltrato psicológico que le tenía interpuesta desde hace dos años, en una decisión que su hija celebró a los cuatro vientos en Instagram: "Enhorabuena por esa batalla ganada, la más frívola y dolorosa", le escribió a su padre Rocío Flores.

Por si fuera poco, Carrasco tiene ahora más frentes abiertos. Y es que está dispuesta silenciar a golpe de demanda a todos los que hablan de su familia en un plató de televisión. Así las cosas, ha tomado medidas legales contra su ex marido y contra la mujer de este, Olga Moreno, a la que ha demandado por tercera vez. Además, tampoco se han librado de su ira la tercera viuda de su padre, Raquel Mosquera, y Kiko Matamoros, que este lunes habló sobre ello en Sálvame: "Me da igual, no me van a amordazar y, además, la voy a ganar". 

Fidel es el gran apoyo de su mujer desde que se conocieron en 1999, aunque la familia de Rocío Carrasco nunca lo ha aceptado entre los suyos. La hija de Pedro Carrasco comenzó a distanciarse de su familia a raíz de la muerte de Rocío Jurado en el año 2006, al mismo tiempo que su relación con Fidel se iba consolidando contra viento y marea.