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Cayetano Martínez de Irujo, arrepentido de sus episodios de "agresividad" con sus hijos: "Me salía el instinto de estamparles"
Felipe Rodríguez
Cayetano Martínez de Irujo abrió este miércoles su corazón con Toñi Moreno y repasó algunos de los momentos más complicados de su vida. El conde de Salvatierra, además, desveló los episodios de "agresividad" que vivió con sus hijos, nacidos de su relación con Genoveva Casanova, resultado de la estricta educación que recibió cuando era un niño.
El hijo de la fallecida duquesa de Alba no tuvo una infancia fácil, lo que se reflejó en su carácter y, especialmente, en la relación con sus hijos, los mellizos Amina y Luis. Tanto que cuando eran pequeños, le costaba reprimir la "excesiva agresividad" con la que lo educaron a él. "Por una travesura de niños me salía el instinto de estamparles", reconocía Cayetano en el programa Aquellos maravillosos años.
En su polémico libro autobiográfico, De Cayetano a Cayetana, cuenta que sufrió maltratos en su niñez, un trauma que marcó su conducta con sus vástagos. "Cuando eran pequeños les hablaba como adultos. A mí nunca me contestaron nada ni me dijeron nada. A ellos les di excesiva importancia y protagonismo", contó en el espacio de Telemadrid.
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Con el tiempo, Cayetano fue limando su manera de dirigirse a ellos y comenzó a disfrutar de su compañía: "Empecé a vivir momentos en los que empecé a vivir mucho mejor y lo he pasado muy bien", dijo y añadió con orgullo: "Su madre y yo hemos hecho un tándem muy bueno. Ahí están, ya con 18 años. Me he quitado medio peso de encima".
Los amores de Cayetano
Preguntado sobre si se había enamorado alguna vez, Cayetano respondía sincero: "Supongo que sí. Me he apasionado muchas veces. Hablo de tres mujeres en mi vida. De Katia Cañedo me enamoré. De Genoveva también me enamoré. Me ha perdonado, me ha entendido. Yo también a ella", declaraba antes de referirse a su novia actual: "Y Bárbara me ha entendido, me ha interpretado y me ha ayudado a aprender a tener una relación. Creo que estas tres veces me he debido enamorar o al menos he estado muy cerca. ¡Y de alguna cosa más!", señalaba.
El hermano de Eugenia Martínez de Irujo también desveló que, en una ocasión, su madre vetó a una de sus novias, Mar Flores: "La persona que fue a la boda de mi hermana. Mi madre dijo que yo no iba con esa persona porque no le gustaba. Yo la puse en la tesitura de que si esta persona no iba conmigo, no iba a la boda. Me negué por una cuestión de principios. Luego le pedí disculpas a mi madre y a mi hermana", explicó el conde de Salvatierra.
Una juventud de adicciones
Cayetano no eludió ningún tema en su charla con Toñi Moreno. Tampoco su adicción a las drogas. Así comenzó en ese oscuro mundo: "Entre los 20 y los 25 años viví la noche de Madrid con toda su intensidad, con lo que te servía la noche de Madrid. La heroína era horrorosa y la cocaína era como el alcohol, algo fantástico. Yo entré de cabeza. Yo tenía unas características que era el principito de la noche de Madrid. A ver quién no se ponía hasta arriba. El Madrid de Tierno Galván era alucinante. Difícil salirse de ahí", contó.
Por último, también habló sobre dos de los hombres de la vida de su madre. Mientras que se mostró encantado con Alfonso Díez, tercer y último marido de la duquesa, del que dijo que "es un señor" y que come con él "una vez al mes", no tuvo tantas palabras de cariño para Jesús Aguirre, segundo esposo de Cayetana. "Tenía realmente amor por Jesús. Era un hombre duro porque la vida fue dura con él. Fue un hijo natural. La noche antes de morir me pidió perdón. Me dijo: 'Eras un chico joven y no te supe interpretar'. Yo lloré y le abracé. Luego yo fui entendiendo su historia. Al principio pensaba que era un monstruo. Pero todo tiene un porqué. Mi madre estaba fascinada. Era un erudito, tan inteligente", decía entre lágrimas.