María Patiño se casará en 2020 (de verdad) por lo civil pero con velo

María Patiño deshoja la margarita de su boda: "Me caso, no me caso". La presentadora de 48 años no es amiga de desvelar o concretar sus plantes matrimoniales. Pero este miércoles le ha dado por decir una cosa y la contraria. La conclusión que sacamos es que se casa, por lo civil y el año que viene.

"No me caso porque no quiero casarme. Y si me caso, ya te lo contaré, o no", ha dicho la gallega en Sálvame este miércoles. En cualquier caso tiene claro es que si se casa no será por la iglesia, que le encantaría llevar un velo blanco (no muy largo para no arrastrarlo) y sin apenas invitados. "No voy a invitar absolutamente a nadie. A Belen sí la voy a invitar", desvelaba la periodista, y añadía: "Y a Jorge Javier, también". Patiño parece que tendrá una boda muy, pero que muy discreta, sin prácticamente invitados, al menos de Mediaset.

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"A Chelo, no y Laura Fa, tampoco, porque además no hace regalos". Entre tanto titubeo, por fin, confirmaba que se casará en 2020. "Yo ya lo dije, que voy a hacer las cosas como considero que tengo que hacer". Es decir, sin invitados y sin regalos, pero con el velo blanco.

Segunda boda

En realidad, será su segunda boda. Porque este verano, justo como regalo por sus 48 años, sorprendió a todos sus seguidores de Instagram con una fotografía desde Sri Lanka, donde pasó unos días de vacaciones. La presentadora se casó, al menos hizo el teatrillo,  con su novio desde hace 14 años, el actor Ricardo Rodríguez Olivares.

Pudimos ver a los contrayentes  de espaldas ante un precioso altar a pie de playa. María Patiño confió en el diseñador Ion Fiz para su gran día y lució un fantástico vestido blanco, con cuerpo ajustado, tirantes y escote combinado con falda de tul estilo princesa. "Gracias por hacerme sentir una princesa playera", dijo entonces la periodista al diseñador en redes. El novio, por su parte, vestía también de blanco, con pantalón y camisa muy sencillos.

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La periodista gallega acompañó la imagen con una bonita declaración de amor: "Cruzamos océanos para encontrarnos". El lugar elegido por los novios para darse su primer "sí, quiero" fue Dream Sea Surf, uno de los resort más románticos de Sri Lanka. Está situado en Ahangama, una zona de pescadores, y es famoso por sus vistas. Su precio es de lo más asequible: 113 euros la noche la suite con balcón.