Bill Cosby habla desde la cárcel y asegura que no tiene "remordimientos" por haber abusado de una mujer
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Bill Cosby (82) ha concedido su primera entrevista desde que en 2018 entrara en prisión, condenado por drogar y abusar sexualmente de Andrea Constand, ex jugadora de baloncesto, hace más de 14 años. El actor ha asegurado que no nunca tendrá "remordimientos" por sus actos y ha hablado sin pelos en la lengua de los privilegios que tiene en prisión por ser una persona conocida.
El cómico, que se enfrenta a una condena de entre 3 y 10 años, ha confesado que no está arrepentido: "Me quedan ocho años y nueve meses. Cuando pase a la libertad condicional, no me van a escuchar decir que tengo remordimientos. Yo estuve ahí. No me importa qué grupo de personas venga y hable de esto. No estuvieron allí. No lo saben", ha dicho en una conversación telefónica al diario BlackPressUSA, en el que se le da voz a la comunidad negra.
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El actor considera que el juicio en el que se le condenó no fue justo: "Todo fue una trampa. Todo ese asunto del jurado. Eran impostores. Miren a la mujer que hizo sonar el silbato (la juez). Entró y salió sonriendo, es algo que los abogados podrían definir como venganza. Esto es político. Puedo ver de qué ha ido todo esto", ha dicho.
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El protagonista de La hora de Bill Cosby, que recurrió a la sentencia el pasado mes de junio por las irregularidades que según él se dieron en el juicio, ha confesado que "es un hombre privilegiado en prisión" y que la cárcel donde esta ingresado en Filadelfia es nada más y nada menos que como un "ático". Durante su estancia en prisión, el cómico da varias charlas a la semana para que otros encarcelados "escuchen y sientan las cosas".
Acusado por más de 60 mujeres
Entre 1960 y el año 2000, más de 60 mujeres han acusado al cómico de abusar sexualmente de ellas. Sin embargo, salvo el de la propia Constand, todos los casos han prescrito. El cómico y la ex jugadora de baloncesto se conocieron en 2004 en la Universidad de de Temple (Filadelfia) cuando ella ejercía de administradora de su equipo.
Ella sentía una gran admiración por Cosby y él la invitó para hablar de su carrera en una reunión que tuvo lugar en su mansión de Filadelfia, en la que Cosby, tal y como sentenció la jueza, se aprovechó de su carisma para agredir después a la víctima.