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Cayetano Martínez de Irujo: terror en el palacio de Liria cuando la nany se disfraza de muerte


    Silvia Armesto

    Cayetano Martínez de Irujo  sigue de gira por las televisiones para hablar de su libro De Cayetana a Cayetano, unas memorias que adelantamos desde Informalia el pasado 10 de julio en rigurosa primicia.

    Cayetano sigue hablando de su vida, de su infancia marcada por la muerte de su padre, el maltrato de las niñeras y una gran sensación de soledad. "Es difícil partirse la cara con la realidad de uno mismo, que es lo que yo he hecho con mi libro".

    Un libro que le está funcionando como terapia para superar sus miedos y carencias. "Hay partes que me cuesta releerlas. Todavía tiene que pasar un tiempo, pero es buena señal cada día me siento mejor hablando de esto".

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    Ha contado Cayetano en Arusistys Prime que de no haber sido víctima de sus nanys, no tendría temor a las mujeres. "Hubo una austriaca que fue nefasta. Y la última fue Olga que era una sinrazón absoluta. Tenía nueve años".

    De hecho se tuvo que enfrentar a situaciones de terror cuando le perseguía por los pasillos: "Imagina en un palacio un pasillo de 150 metros. Nos ponían ahí y una de las señoras que trabajaba se vestía de negro, salía de un cuarto, venía andando hacia nosotros encorvada. Gritábamos de terror. Fernando y yo lo vivimos. La Olga ésta me decía: como tu madre sepa que te he pegado, te daré el doble".

    La duquesa de Alba vivía al margen y desconocía los excesos de las niñeras con sus hijos. Por fin un día se lo dijeron y reaccionó "con mucho dolor". "No había sido consciente, pasó una tarde llorando en San Sebastián. Luego la entendí: ella fue hija única, su madre murió cuando ella tenía siete años y con catorce le dieron la responsabilidad de un palacio", explica Cayetano.

    "Todas las mañanas hablo con mis padres"

    Si algo le ha dolido a lo largo de su vida a Cayetano, fue, sin duda, el fallecimiento de su padre. "Cuando murió mi padre, estuvimos diez días rezando. No nos dejaban ver la televisión". El conde de Salvatierra confiesa que en el recogimiento habla con sus padres. "Todas las mañana les digo buenos días. Tengo una foto de cada uno, les agradezco lo bueno que me pasa. Cuando siento algún mensaje les doy las gracias. Más a mi padre que a mi madre"

    "Nunca me dieron un consejo: desde los seis años me lo hice yo todo"

    Y todo esto tuvo consecuencias en la forma en que el conde educó a sus hijos, tratándoles como si fueran más mayores de lo que eran. "Genoveva me lo decía. Como nunca me dieron un consejo, y desde los seis años todo me lo hice yo. Y con mi hijo me salían reacciones de quererle pegar, pero por cosas absurdas. Salía esa violencia, porque es la violencia que habían tenido conmigo". "A través de ellos he vivido la infancia y la adolescencia que me hubiera gustado haber tenido, ha sido regenerativo y curativo", afirma Cayetano..

    " Me he entendido bien con unas cuantas mujeres"

    Cayetano se siente hoy satisfecho con su paternidad y con sus dos hijos. De momento no quiere tener más. "Nunca se puede decir que no a algo, pero sinceramente estoy servido, tengo una edad y mis hijos se han hecho mayores". Sobre si su actual mujer es la que mejor le ha entendido, el marqué de Salvatierra afirma: "me han entendido bien unas cuantas. Pero no me dejaba entender, no me entendía yo mismo."

    "Bárbara es excepcional en todos los sentidos, es una niña 9 con 9. diez nunca porque siempre hay algo que mejorar, yo ya sabía el fondo de mi problema emocional, hasta hoy ser yo.".

    "Mi madre se enamoró de Jesus Aguirre y luego lo defenestró".

    Su padastro quizá sea uno de los personajes de su libro que peor recuerdos le trae a Cayetano. "El me metía en su despacho y con 15 años me decía cosas duras de mi padre. Y cuando cumplí 18 le dije hasta aquí hemos llegado, no me vuelvas a hablar nunca más de mi padre porque te arranco la cabeza. Es un misterio como la sedujo, un misterio que tenemos todos, se enamoró de él y luego lo defenestró. Mis hermanos me dieron la razón tarde pero bien."

    Sin embargo Alfonso Díez le dio una mejor sensación, aunque la sorpresa fue muy grnade. "Es que con 84 años te viene y te dice tu madre que tiene novio, es que te quedas alucinado. Novio y que se casa la tía, y que se casa. Lo llamé y lo convoqué para conocerle y conocer sus intenciones. Después de la misa el otro día lo recordábamos Alfonso y yo y nos reíamos.

    "Soy monárquico si se hace bien"

    "Soy monárquico de un rey concreto si se hace bien. La monarquía es mejor que la república, ¿quién conoce al presidente de la república? Un rey tiene una representación de peso. El rey Felipe me ha convencido, siempre dije que junto con el heredero británico era el más preparado del mundo". ¿Y doña Letizia, te convence?, le preguntaron. "A eso no puedo contestar".