Froilán pasó la jornada de reflexión durmiendo: se acostó de día tras salir de un 'after'

Froilán se acostó este sábado cuando ya era completamente de día y pasó la mayor parte de la jornada de reflexión durmiendo, recuperándose. Al calor de las copas, habló de todo con sus amigos, hasta de política. Nuestros informadores estaban allí. Y pusieron la oreja, claro.

Froilán pasó la jornada de reflexión en la cama. No sabemos en cuál ni con quién. Este sábado se acostó cuando ya era de día y, aunque solo tiene 21 años, el cuerpo tiene un límite: el sábado está para descansar. Salió el viernes a tomar algo, luego se fue a cenar, más tarde siguió en "algún garito de copas" y después de haber cerrado unos cuantos locales se dirigió a un after situado en el númeo 46 de la madrileña calle de Alberto Alcocer (el conocido Forty-Six), donde seguía después cuando aún eran casi las nueve de la mañana. "Allí le dejamos porque estábamos cansados", nos dicen nuestros informadores.

Felipe Juan Froilán hizo lo que la mayoría de los jóvenes que estaban a esas horas de juerga, ya cuando el sol había matado a la noche: compartir risas y confidencias con sus amigos. El hijo de la infanta Elena iba muy casual, con una gorra, vaqueros y una sudadera. "Iba con unas cuantas copas encima, como casi todo el mundo a esas horas", nos explican. "Pero sin canteos: para nada se puede decir que fuera borracho; hablaba y saludaba con educación a quienes le reconocían y se dirigían a él". 

Simplemente salió, como tantos estudiantes que van a pasarlo bien después de una semana de estudios. Froilán se daba un respiro de sus esfuerzos para aprobar en The College for International Studies, donde comenzó en septiembre de hace dos años, una de las universidades más prestigiosas a nivel internacional y que les cuesta a sus padres (dicen que lo paga la reina Sofía) unos 20.000 euros por curso.

¿De qué habla el hijo de Jaime de Marichalar en ese ambiente? Nos dicen que "de todo", pero nos remarcan que en algún momento el sobrino de Felipe VI se refirió en sus corrillos a la situación política, lógico ante la cercanía de las elecciones. Sabida es la simpatía de Froilán hacia la derecha. "No es que dijera: 'Voy a a votar a tal o a cual partido' pero en su círculo todos saben que si vota, lo cual no es seguro, votará a la derecha, probablemente más a la derecha del PP", nos confirman.

Sobre el tipo de gente que va con él, eran la mayoría compañeros de estudios o personas de ese ambiente. Atrás quedaron su amigos el lotero, el futbolista, los vendedores de cachimbas, y su entrañable amistad con el torero Gonzalo Caballero, al que sin embargo visitó tras ser corneado gravemente. Los nuevos íntimos de Froilán proceden del centro de estudios donde completa su formación, de familias acomodadas de la zona del barrio de Salamanca, y gente de la noche que tiene su edad o poco más, y algunos son habituales de Marbella o Sotogrande, donde el nieto mayor de don Juan Carlos pasa parte de sus veranos.

Ciertos compañeros de pupitre dicen que el hijo de la infanta Elena "fuma y bebe", y casi todos coinciden en que "un chico divertido y campechano aunque también tiene carácter". Afirman que tiene "un toque de chulo". 

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En aquel programa de Emma García hablaron con testigos de las salidas del nieto del hijo de la infanta Elena y Jaime de Marichalar y dijeron que "se mama muchísimo". También relataron entonces que un camarero le contó que el chaval "desparrama a saco y se pone hasta las patas". No fue el caso este viernes, ya sábado por la mañana,  en donde nos insisten en que iba "normal para las horas que eran". 

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En julio cumplió 21 años y ya no es aquel gamberrete que se las tenía con chavales en plan 'tú no sabes quién soy yo'. Froilán, Filip para sus amigos, está centrado en acabar su carrera para ser empresario, y consolida su relación con su compañera Mar Fuertes, perteneciente a una adinerada familia de empresarios. Pero eso no significa que no salga un viernes por la noche, sin novia y con amigos, y lo dio todo hasta después del amanecer.