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Cayetana Álvarez de Toledo, con la mosca detrás de la oreja: ¿está la marquesa del PP más cerca de Vox??


    Lola Gambau

    Cuenta un fabulador del universo político que cuando hace apenas un mes algún estratega del PP le pidió "de parte de Pablo Casado" que "puliera las aristas de su discurso", Cayetana Álvarez de Toledo cumplía 45 años y ella exclamó: "Me acaban de regalar más tiempo libre, mejor para reflexionar". Lo cuentan desde el PP.

    Que quede claro que no compramos la frase atribuida a Cayetana, y que ella no admite, al menos a fecha de hoy. Pero se non è vero, è ben trovato y este sábado, jornada de reflexión, puede que la protagonista de este post esté pensando si está más cerca de Santiago Abascal que del Pablo Casado moderado que prefiere a Ana Pastor en los debates que a la marquesa implacable que hizo de portavoz para el PP más escorado a la derecha. La misma fuente nos asegura que Cayetana "tiene la mosca detrás de la oreja". Sea como fuere, en Génova ya se han preguntado si después de ser apartada en pos de una estrategia electoral hacia la moderación y el centro político, Cayetana se sentiría más cómoda con Vox que con el PP. Santiago Abascal recibiría a su hija pródiga con los brazos abiertos, según aseguran fuentes del partido ultraconservador. No olvidemos que la marquesa ya hizo este viaje y se conoce el camino. El carácter de Cayetana no encaja con el tipo de persona que se deja llevar y traer, como ha hecho Pablo Casado con ella en apenas unos meses. Otra cosa es que a Cayetana le hayan prometido al oído que después de las elecciones de este domingo la vida seguirá igual.

    Lo que es evidente es que el viaje al centro de su partido durante la campaña la ha alejado del foco mediático en favor de la ex ministra Ana Pastor, que fue la embajadora de la formación en el debate del jueves. La ex presidenta del Congreso bordó su cometido en su enfrentamiento contra Irene Montero, Inés Arrimadas, la ministra María Jesús Montero o Rocío Monasterio. Pablo Casado no quería volver a ver, a pocas horas de que se abrieran las urnas, a una escudera tachada de arrogante o aristócrata y cuyo discurso sobre la violencia machista es polémico porque Cayetana no compra el 'no es no' como lema contra violadores y abusadores.

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    Cayetana, obediente al líder de su partido, desapareció del mapa nacional y asumió la orden de pasar desapercibida. Alguien le explicó que su marginación mediática era conveniente pero pasajera y le prometió que una vez logrado el voto del centro no tendría que preocuparse de que Casado regrese a la política de Rajoy y Soraya Sáenz de Santamaría, aunque su número 2 sea Ana Pastor, "casi una socialdemócrata", como dicen en privado algunos peperos del ala derecha de Génova, la que limita con Vox.

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    Cayetana es adorada y despreciada pero no se la puede acusar de ser anodina o aburrida. Ella no deja indiferente a nadie. Es altiva, arrogante y hasta impertinente, para muchos pero para otros es una artesana del verbo fluido, una especialista en olvidarse de los complejos, un azote para 'indepes' de  JuntsxCat, Esquerra Republicana o la Cup en Cataluña y desde luego era hasta que la apartaron el ogro de la izquierda nacional y de las feministas.

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    "No es no"

    Baste recordar hace unos días el rifirrafe que tuvo con Irene Montero con el "no es no" de las mujeres ante el acoso sexual. O aquella perla que soltó en El Mundo, el pasado mes de marzo: "La ley de violencia de género me parece una aberración: no me parece razonable establecer penas distintas en función del sexo, como no me lo parecería en función de la piel. Se está rompiendo un principio fundamental de igualdad: que nos juzguen por nuestros actos y no por nuestras características".

    Esta mujer, capaz de negar sin ruborizarse las discriminación de la mujer, la brecha salarial o la violencia de género, se metió en abril en aquel lío que la persigue pero del que ella no se arrepiente. "Me parece fascinante ese punto de su programa (se dirigía al PSOE) que dice que garantizarán con el Código Penal que todo lo que no es sí, es no. ¿Un silencio es no? ¿Van ustedes diciendo sí, sí, sí hasta el final. Es un poco extraño". Desde luego, Cayetana no se corta ni se arredra ante lo políticamente correcto. Rectificar no está en el diccionario de Cayetana pero en lo personal, en el amor, ha tenido que rectificar y reconducir su vida.

    Rectificar en el amor

    La señora marquesa se enamoró locamente del empresario y millonario catalán José Joaquín Güell Ampuero (1968), alias Joaco, nieto de Eusebi Güell, el mecenas de Gaudí, constructor de la Sagrada Familia, el parque Güell o La Pedrera, entre otras joyas del Modernismo, y primo de Ágatha Ruiz de la Prada y familiar de Paco de Lucía. Este inversor y directivo de medios de comunicación, uno de los cerebros de la salida a bolsa de Bankia, conoció a la XIII marquesa de Casa Fuerte en Londres, mientras ella estudiaba en Oxford. Joaco, como le llaman en su familia, tuvo un romance con Inés Sastre antes de casarse con Cayetana el 20 de octubre de 2001 en el Real Monasterio de Pedralbes, sede litúrgica de la burguesía catalana.

    La política y el empresario (que forma parte de numerosos Consejos de Administración, entre ellos el de la empresa constructora Sacyr) tienen dos hijas en común, Cayetana y Flavia. Precisamente fue en 2012 cuando Cayetana heredó el título de marquesa de Casa Fuerte de su padre, un título que procede del II duque de Alba. La familia de su madre, los Peralta, es conocida internacionalmente por pertenecer a una de las estirpes más importantes de la alta sociedad de Buenos Aires. El matrimonio duró hasta enero del 2018 y durante ese tiempo vivieron en un piso exclusivo próximo a la Iglesia de los Jerónimos de Madrid.

    Libres e iguales contra los separatistas

    Durante esos primeros años de matrimonio, Cayetana comenzó sus colaboraciones en distintos medios periodísticos, como El Mundo y Cope primero y Esradio después. Con 26 años ingresó en el diario dirigido entonces por Pedro J. Ramírez, en la sección de Opinión, donde también firma Arcadi Espada. Fue también tertuliana en la cadena Cope, en el programa La Mañana, dirigido entonces, en el año 2000, por Federico Jiménez Losantos. En el año 2006 fue fichada por Ángel Acebes, para que dirigiera su gabinete de Secretario General del PP. Justo cuando José Luis Rodríguez Zapatero era presidente del Gobierno.

    Hasta que en 2008 fue incluida como número 9 en la lista al Congreso por Madrid para las elecciones Generales de marzo del 2008, con Mariano Rajoy a la cabeza, cargo que se extendió hasta 2015, al tiempo que se convertía en el azote de los indepes, como portavoz del manifiesto Libres e iguales, una iniciativa para frenar la excesiva influencia de los nacionalistas en la política española.

    Más de Pablo Casado o de Aznar que de Mariano Rajoy, la diputada Cayetana Álvarez de Toledo es miembro además del patronato de la fundación FAES, que preside el marido de Ana Botella, al que siempre ha sido leal, aunque ahora lo es a Pablo Casado sin miramientos. Es crítica entre sus filas y ahora es implacable con la oposición.

    Plácido Domingo

    Tal vez, solo tal vez, estar arrinconada haya permitido a la vehemente Cayetana disfrutar durante la recta final de la campaña que terminó el viernes de algo más de tiempo libre. La Marquesa de Casa Fuerte tiene una vida más allá de la política. En todas las redacciones sabíamos hace mucho que la diputada salía con el periodista Arcadi Espada desde que se separó de su marido. Pero fue la periodista Pilar Eyre, quien firmó la noticia. Aseguraba que ella los había visto "tomando una copa en un bar de moda de Madrid".

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    A Cayetana Álvarez de Toledo y a Arcadi Espada les une una sintonía especial en su opinión ante ciertos temas. La Marquesa portavoz del PP y el columnista se han alineado, por ejemplo, para defender a Plácido Domingo de las acusaciones de acoso sexual por parte de una veintena de mujeres, asunto que es un "histérico linchamiento" para Cayetana, mientras que Arcadi lo enmarca dentro de las estrategias de mujeres que "utilizan el sexo para obtener poder".

    La política del PP y el periodista son polémicos pero firmes en sus posturas, siempre en pie de guerra. Ella lo demostraba en debates, mitines, entrevistas y grescas tuiteras pero eso ahora no conviene a un PP que este domingo se la juega y pretende diferenciarse de Vox para pescar votos en el caladero de la moderación y del centro político. Un centro tibio que no enamora a Cayetana.

    Después del 10-N, las elecciones que ella quería, veremos cuál es el futuro político de la marquesa. El futuro sentimental parece que sigue por el momento ligado a Arcadi Espada.