Sergio Dalma cumple 30 años 'pegadito' a los escenarios y liberado de la depresión

Sergio Dalma celebra 30 años en el mundo de la música. Tiene 55 años y dice estar plenamente feliz tras la depresión que sufrió con los 40. Ahora tranquilo, viviendo en su pueblo, con sus padres, disfruta de su hijo del que se siente "muy satisfecho". "Lo veo feliz, es buen chaval, persona noble, gran trabajador y amigo de sus amigos, tiene la base para que cualquier padre se sienta orgulloso", afirma.

"Creo que no he perdido la ilusión y las ganas de sorprender, creo que siempre hay que arriesgar, disfrutar mucho de tu trabajo. la cincuentena la llevo mejor que la cuarentena", dice Dalma que explicó, además, en "Buenos días Madrid" que tuvo una fuerte depresión que en los 50 se ha tornado en una vida más pausada, "intentando saborearlo".

Treinta años dedicados a la canción le han dado a Sergio una experiencia y madurez que le mantiene tranquilo y satisfecho. "Nunca he vivido con la obsesión de ser el número uno, cuando estoy abajo digo me ha tocado estar abajo como si fuera el número uno. Arrojar la toalla nunca… hay que seguir trabajando. Me he definido trabajador de la música".

Sergio no reniega ni de su pasado ni de sus viejas canciones. Más bien al contrario. "Hay canciones a las que les debo mucho. Son parte de mí. Veo fotos de cuando fui a Eurovisión y parece un festival de pueblo. Hay un antes y un después de mi participación en Eurovisión y nunca dejaré de cantar "Bailar pegados".

Dalma siempre ha sabido distinguir su faceta como cantante de su vida personal. Quizá ahí esté el secreto de su serenidad tras una larga carrera como cantante en la que el éxito le ha acompañado sin cesar. "Nunca he dejado que el personaje se comiera a la persona. Yo soy de los que desconecto de mi trabajo, monto en el metro, hago la compra… pero no me gusta ir de Sergio Dalma las 24 horas, sería horroroso. He disfrutado de cada momento de mi vida"