Letizia deslumbra en Japón con look español y el collar de chatones de Victoria Eugenia
Informalia
"Sublime", "Perfecta" o "Impresionante" son algunos de los adjetivos que se ha ganado la reina Letizia por parte de la prensa tras su aparición este martes en la entronización de Naruhito. La reina ha hecho todo un homenaje al país nipón con un vestido floral y tocado de diadema que ha combinado con algunas de las piezas más exquisitas del joyero real: los chatones de Victoria Eugenia y las esmeraldas de su suegra, la reina Sofía.
Letizia ha deslumbrado este martes en el Palacio Imperial, que acoge los fastos por la entronización del que será el emperador número 126 de Japón. La reina ha respetado el protocolo, que indicaba traje largo y tocado para las señoras, y ha lucido un magnífico vestido de seda con fondo verde y estampado de hortensias en tonos rosados con cinturón incorporado firmado por la cordobesa Matilde Cano, valorado en 339 euros. Lo ha completado con una nueva cartera de mano rosa palo, el modelo Victoria Insignia de CH Carolina Herrera, de 550 euros, y un tocado de diadema firmado por la sevillana Nana Golmar. Además, la esposa de Felipe VI ha recuperado la banda de la orden japonesa de la Preciosa Corona, un obsequio que recibió durante su Visita de Estado a Japón en la primavera de 2017.
Lea también: La entronización de Naruhito de Japón: 130 millones de euros y un trío de reinas
Pero lo más llamativo de su look han sido, sin duda, las joyas. Letizia ha lucido por primera vez uno de los collares de chatones del joyero de los Borbón. Se trata de una pieza que el rey Alfonso XIII le regaló a su esposa, la reina Victoria Eugenia, con motivo de su boda. El original, al que posteriormente se le fueron añadiendo diamantes hasta llegar a dividirlo en dos, pertenecía a la firma Ansorena y estaba valorado en 175.000 euros. En esta ocasión, Letizia ha utilizado algunos de ellos para convertirlos en una pulsera a juego.
Además, la reina ha tomado prestados unos pendientes de diamantes y esmeraldas que pertenecen a la emérita doña Sofía, así como su anillo artesanal de Karen Hallam.