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Blanca Fernández Ochoa: sus hijos y hermanos devastados tras el fatal desenlace


    Informalia

    Doce días después de su desaparición, cuatro desde que se pusiera en diera la alerta de la desaparición y se pusiera en marcha el dispositivo de su búsqueda, se han cumplido los peores pronósticos: el cuerpo sin vida de Blanca Fernández Ochoa cuerpo era hallado en el pico de La Peñota, a casi 2.000 metros de altitud y a unos 15 kilómetros de donde estaba aparcado el coche de la esquiadora fallecida.

    A mediodía, se informaba de que un cuerpo de mujer sin identificar había sido hallado en la zona marcada por un testigo que había hablado con la medallista el 24 o 25 de agosto, y al que comentó que se dirigía hacia ese lugar.

    La noticia fue un mazazo para todos los que estaban en ese momento buscando a Blanca, pero de forma mucho más terrible para los hermanos y familiares de la malograda deportista.

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    Juan Manuel Fernández Ochoa y Lola, quien junto a su marido, Adrián Federighi, participaron activamente en las tareas de búsqueda. 

    La desolación, la tristeza y la desesperación se hacían visibles en los allí presentes, llevándose las manos a la cabeza, y lamentado la fatal noticia. Aun así, todos los familiares han estado como una piña y enteros en todo momento, y tratando de agarrarse al hilo de esperanza hasta que la identificación del cadáver fue oficial.

    Olivia, la hija de la campeona de esquí, que había optado por concentrarse con su equipo de rugby, se había trasladado rápidamente al puesto de mando para reunirse con sus tíos y su hermano, para consolarse juntos confortarse en estos momentos tan duros. La joven jugadora de la selección de Rugby se agarraba devastada al brazo de su tía Lola, que no podía contener la emoción ni las lágrimas. David, superado por las circunstancias, trataba de contener las lágrimas.

    A los pocos minutos, llegaba al puesto de mando de la Guardia Civil y la Policía Nacional, Lola, su hermana, visiblemente afectada, abrumada por la tragedia. Abajo, Juan Manuel Fernández Ochoa