Greta Thunberg, la activista medioambiental de 15 años, acusada de ser una estafadora

La activista medioambiental Greta Thunberg ha sido acusada de formar parte de una estrategia de presión para satisfacer los intereses de grandes lobbies y empresas energéticas de su país, Suecia. La joven, que ha sido nominada al Nobel de la Paz, ha sido relacionada con grandes magnates como Ingmar Rentzhog, presidente de Global Challenge. Su familia ha negado cualquier tipo de vínculo.

Esta conocida activista de tan solo 15 años se dio a conocer en 2018, cuando protagonizó una imagen clave para el impulso del movimiento contra el cambio climático y la conciencia medioambiental. La sueca se sentó frente al Parlamento de su país con una pancarta en la que se podía leer 'Skolsrtrejk for Klimatet' (Huelga escolar por el clima). Desde este momento y gracias a sus incontables intervenciones y don de habla, Thunberg se ha convertido en todo un símbolo entre los jóvenes que piden a los políticos medidas para frenar el cambio climático. Tal ha sido su influencia, que incluso ha sido nominada al Premio Nobel de la Paz este mismo año.

Sin embargo, The Times ha publicado este miércoles que detrás de la imagen de esta joven activista se esconderían los intereses de poderosos lobbies y empresas energéticas de su país. "El fenómeno Greta también ha involucrado a lobistas verdes, relaciones públicas, eco-académicos y un grupo de expertos fundado por una rica ex ministra socialdemócrata de Suecia con vínculos con las compañías de energía del país. Estas compañías se están preparando para la mayor bonanza de contratos gubernamentales de la historia: la ecologización de las economías occidentales. Greta, lo sepan o no ella y sus padres, es la cara de su estrategia política", ha escrito en el mencionado diario.

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Una de las personalidades que contribuyó a la viralización del fenómeno Greta Thunberg fue el magnate Ingmar Rentzhog, quien, según dijo él mismo, conoció a la joven por casualidad en la conocida huelga frente al parlamento. Sin embargo, el periodista del diario asegura que el propio Rentzhog le aseguró que "tres o cuatro meses antes de que comenzase todo" conoció a la madre de la joven, Malena Ernman, en una conferencia contra el cambio climático en Estocolmo. Desde ese momento, comenzó a interesarse por la joven activista. 

Así, Rentzhog no apareció en la manifestación donde se encontraba Greta por casualidad, sino que fue informado por vía email por Bo Thorén, un activista del grupo local Fossil Free DaIsland. Thorén ya había mantenido contacto con Greta después de que la joven ganase un concurso de escritora y él mismo fue quien impulsó la famosa huelga de estudiantes, inspirada en las manifestaciones de los alumnos supervivientes de la matanza del instituto Parkland en Florida. 

Rentzhog es cuestionado por los poderosos cargos que están detrás de su empresa Global Challenge, a través de la que trata de "responsabilizar a los líderes y empresas del cambio climático", utilizando para ello el poder de las redes sociales y la influencia de jóvenes como la propia Thunberg. Entre estos polémicos vínculos se encuentran Kristina Persson, fundadora de Global Challege y exmiembro del Partido Socialdemócrata; David Olsson, miembro de uno de los fondos inmobiliarios más grandes de Suecia, Svenska Bostadsfonden y Gustav Stenbeck, miembro de la familia que controla la inversión sueca Kinnevik; entre otros. 

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De este modo, "cuando Greta conoció a Rentzhog, él ya era el presidente asalariado de un grupo de expertos privado propiedad de una ex Ministra socialdemócrata con experiencia en el sector energético. Su junta estaba repleta de poderosos intereses sectoriales, incluidos políticos de carrera, líderes sindicales y lobistas con vínculos con Bruselas. Y la vicepresidenta de su junta, Ringborg, era miembro de uno de los grupos de inversión en energía verde más poderosos de Suecia", ha señalado The Times.

No obstante, el periodista asegura que la familia de Thunberg no conocía la vinculación de Rentzhog con estos lobbies cuando lo conocieron. El padre de la joven, Svante Thunberg, ha sostenido en más de una ocasión que su hija es totalmente independiente y no trabaja para ninguna empresa ni asociación: "Nunca hemos trabajado con la plataforma de Rentzhog ni Global Challenge", señaló.

La joven activista, que en estos momentos se encuentra a bordo de la embarcación de Pierre Casiraghi para asistir a la cumbre de la ONU que se celebrará en Nueva York, también ha negado siempre su vinculación con estos sectores. "A mucha gente le encanta difundir rumores de que hay otras personas detrás de mí o que me paga' o que me usan para hacer lo que hago. Pero no hay nadie detrás de mí, excepto yo misma. No soy parte de ninguna organización. Algunas veces apoyo y coopero con varias ONGs con las que trabajo sobre el clima y el medioambiente. Pero soy absolutamente independiente y solo me represento a mí misma. Y hago lo que hago completamente gratis, no he recibido dinero ni promesa de pagos futuros", afirmó hace unos meses.