Cocina Tradicional
El nombre proviene de lo que fue en los años treinta el mesón de La Bombilla, hasta que hace ya veintiséis años, Bonifacio Movellán lo volvió a abrir como taberna, creándose una clientela fiel y entendida que acude en busca del maravilloso producto de esta casa. Todo un clásico en Santander, enclavado en el barrio de Puertochico, hoy regentado por sus hijos César y Boni Movellán y convertido en un agradable restaurante con frecuentada barra. Especializados en mariscos y pescados a la sal, tienen además otras grandes 'vedettes en carta' como los maganos encebollados o las almejas a la sartén. En el apartado de carnes destaca su chuletón y las chuletillas de lechazo. Golosos postres caseros como el tocino de cielo o la quesada.
No cierra ningún día de la semana. Tres reservados (12, 25 y 40). Parking cercano