Alta Cocina de Vanguardia
Un flamante dos estrellas Michelin, galardones que han reconocido la fulgurante trayectoria del chef Diego Guerrero en su primera aventura en solitario. Un restaurante de estética industrial, informalidad en sala -también sirven cocineros que explican el plato- y alta cocina hecha al momento, de carácter viajero y fusión, con lo aprendido por Guerrero en sus periplos por el mundo. Y técnicas punteras basada en una desbordante creatividad. Ofrecen tres menús (90, 120 y 148 euros) desarrollados de una curiosa manera: primero, el comensal toma en el bar un cóctel y alguna tapa, luego pasa por la barra de la cocina a la vista -donde el propio Diego saluda a cada cliente y le sirve personalmente algún snack-, y al fin en la mesa.
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