Pruebas
BMW 320d Aut.: un alumno aventajado
Jorge Arenas
El BMW Serie 3 con motor diésel de 190 CV y cambio automático de ocho velocidades tiene todas las papeletas para convertirse en esa opción razonablemente pasional que aprueba con nota en casi todo. Consumo, prestaciones, espacio y dinámica no se le resisten; el precio y la versatilidad, un poco más.
Quien busque una berlina de tamaño medio y corte premium, sin duda barajará entre sus primeras opciones el BMW Serie 3. No es el único, le acompañan en este segmento otros modelos como el recientemente renovado Audi A4 o el también interesante Mercedes-Benz Clase C, entre otras opciones. Pero hoy nos centraremos en el Serie 3, que además de tener ese punto diferenciador propio de todo BMW -su filosofía deportiva-, se acaba de poner al día hace apenas un par de meses con un restyling que afecta a la parte estética y mecánica.
Desde fuera, un Serie 3 nuevo se distingue poco del anterior, pero si sacamos la lupa veremos que el diseño de los faros y pilotos es nuevo, como también lo es el de los paragolpes y las llantas. Son retoques muy sutiles que, sin embargo, actualizan la imagen del modelo que salió a la venta en 2012. En el interior también encontramos cambios que afectan a las tapicerías, las molduras decorativas y el diseño de algún botón. Un ligero lavado de cara que se ve complementado por la llegada de la última tecnología en materia de iluminación (faros LED adaptativos) y confort (sistema de aparcamiento asistido).
Dejando a un lado todo esto, lo que más ha cambiado en el apartado mecánico. Y es que, por primera vez, el BMW Serie 3 incluye en su gama motores de 3 cilindros, tanto en diésel como en gasolina. Una novedad que viene marcada por las exigencias de un mercado que impone una drástica reducción de consumo y emisiones. Estos propulsores suponen el arranque de gama y no dejan de ser interesantes por su relación precio/prestaciones/eficiencia, sin embargo no son los únicos protagonistas de la película. De hecho, la estrella de esta prueba es el BMW 320d, con motor diésel de 2 litros y 190 CV que, dicho de de paso, ha elevado su cifra de potencia y ha reducido el consumo tras el restyling.
Devorador de kilómetros
Se trata de un motor muy solvente, con una capacidad de aceleración notable -también de recuperación-, enfocado probablemente a ese cliente que busque algo más que una simple berlina rutera de prestaciones correctas. Para correcto ya está el 318d de 150 CV, que, por cierto, gasta lo mismo (4 litros exactos cada 100 km); el 320d ofrece un extra de empuje que puede venir muy bien cundo se circula con el coche a plena carga, unido a un gasto medio realmente bajo para tratarse de un motor de casi 200 CV.
El BMW 320d se puede elegir con cambio manual de seis velocidades o automático de ocho. La versión probada monta el automático, que es un convertidor de par muy rápido y suave en sus transiciones entre marchas. Tanto es así que nos parece el elemento más importante a incluir en la lista de opciones. Cuesta 2.400 euros, que no es poco, pero realmente merece la pena por lo bien que funciona y por la comodidad que aporta.
En el apartado dinámico, a pesar de que esta generación perdió algún punto en deportividad cuando salió al mercado hace unos años, sigue teniendo un tacto algo más firme y certero que el de sus rivales actuales sin perder las buenas maneras en confort. Es decir, que quien disfrute conduciendo va bien encaminado por esta opción de compra. Siempre queda la posibilidad de montar la suspensión deportiva o la adaptativa para conseguir unos virajes aún más planos.
Retoques necesarios
El interior no ha cambiado nada en lo relativo a la habitabilidad, es decir, que sigue siendo una berlina suficientemente desahogada para que todos sus ocupantes viajen sin queja alguna en cuanto a espacio para las piernas, hombros y cabeza. Está en la media, o ligeramente por encima de ella en este apartado. No es tan grande como un VW Passat, pero si lo comparamos con sus rivales premium más directos (los citados Mercedes Clase C y Audi A4) es prácticamente igual de amplio e incluso un poco más en muchas de sus cotas.
El maletero también está en la media del segmento con sus 480 litros, aunque la boca de carga es algo estrecha si se compara, por ejemplo, con cualquier modelo de cinco puertas o familiar. Esto es normal, forma parte de su condición de sedán, pero debe ser tenido en cuenta por ese tipo de clientes que suelan transportar a menudo objetos grandes como una bicicleta. Llegado el caso, un Serie 3 Touring sería la opción más apropiada.
Lo más destacable
- Acabados
- Comportamiento dinámico
- Conjunto motor/transmisión
Lo mejorable
- Precio base algo elevado
- Sonoridad mecánica
- Lista de opciones cara
Ficha técnica
Motor: diésel 4 cilindros, 1.995 cc
Potencia: 190 CV a 4.000 rpm
Par motor: 400 Nm a 1.750 - 2.500 rpm
Consumo mixto oficial: 4,0 l/100 km
Transmisión: auto., 8 velocidades
Dimensiones: 4,633 m / 1,811 m / 1,429 m
Maletero: 480 litros
Velocidad máxima: 230 km/h
Aceleración 0-100 km/h: 7,2 segundos
Precio: 40.355 euros