Pruebas

Volkswagen Passat TDI 150 DSG: ¿consigue su objetivo de ser un coche premium?


    Jorge Arenas

    Nada menos que 42 años lleva dando guerra el Volkswagen Passat. Fue en 1973 cuando salió al mercado esta berlina alemana que hoy cuenta ya con ocho generaciones a sus espaldas. La que hoy presentamos en esta prueba es la última, la octava, que lleva en el mercado apenas unos meses y que hemos decidido probar en su variante TDI de 150 CV, sin duda la más demandada.

    Dentro de su segmento, el D, el Passat es uno de los más grandes. Mide 4,76 metros de longitud, tiene una distancia entre ejes de casi 2,8 metros y tanto la habitabilidad interior como el maletero dejan en evidencia a muchos de sus rivales. Así que aquí puede aparecer el primer argumento de peso para decantarse por este modelo y no otro. Gracias al aumento de sus cotas, los pasajeros de la fila trasera disfrutan de unos cuantos centímetros extra para las piernas, mientras la zona de carga ha aumentado su volumen hasta los 586 litros. No existe berlina de cuatro puertas de este tamaño con un maletero mayor y apenas podemos encontrar modelos similares que ofrezcan el mismo desahogo para los acompañantes.

    Otro de los puntos fuertes del Volkswagen Passat actual es su presentación. Tanto por fuera como por dentro el coche ha ganado puntos en modernidad y empaque. Es más agradable a la vista y puede llegar a transmitir una cierta sensación de deportividad. Pero por otra parte no deja de tener ese punto de sobriedad que siempre ha caracterizado al Passat. De alguna manera, ese puesto que ocupa la marca Volkswagen dentro de su grupo (a mitad de camino entre Audi y Skoda) queda patente en su diseño, que deja a la vista su filosofía de coche generalista con aspiraciones premium.

    Con tecnología de clase premium

    Una vez dentro del coche, este toque premium se ve en los materiales de recubrimiento, en la disposición de la consola y sus funciones, en la iluminación interior o en lo fácil que resulta acoplarse en el puesto de conducción. También se nota en la cantidad de tecnología, de serie y opcional, que ofrece al cliente. Nos referimos a los asistentes de conducción (aparcamiento automático, lector de señales de tráfico, detector de cansancio, avisador de cambio de carril involuntario, frenada automática...) y a otros como el Volkswagen Digital Cockpit que, sinceramente, nos parece una opción altamente recomendable. Se trata de un tablero de instrumentos digital que renuncia a los relojes analógicos tradicionales para colocar en su lugar una pantalla TFT de 12,3 pulgadas, en la que se proyectan el velocímetro, el cuentavueltas, el navegador, el ordenador de viaje y todo lo que tiene que ver con el sistema de entretenimiento. Es muy similar al Audi Virtual Cockpit que montan los Audi R8, Q7 y TT, y añade un punto de modernidad al interior del Passat. Su precio es de 630 euros y está disponible a partir del acabado Advance.

    El motor de este Passat es el 2.0 TDI de 150 CV, en este caso asociado al cambio automático DSG de 6 velocidades. Es una mecánica solvente que ofrece consumos muy contenidos (en torno a los 6 litros en condiciones reales, apenas 4,0 l/100 homologados por el fabricante), capaz de mover al coche con soltura y de forma cómoda gracias a la ausencia del cambio manual. El problema de este TDI está en su poco refinamiento, ya que llegan al interior más ruido y vibraciones de lo deseable. Puede ser, quizá, un tema de falta de insonorización, pero el caso es que una berlina como esta debería ofrecer un rodar más silencioso. No es nada grave, pero si lo comparamos con la finura de los motores TSI de gasolina, la diferencia es notable.

    Los conductores que busquen otras opciones pueden elegir, en diésel, el austero 1.6 TDI de 120 CV, y los más prestacionales 2.0 TDI de 190 y 240 CV (este último biturbo). En gasolina, la gama está compuesta por los TSI de 125, 150, 170 y 220 CV. Cambios manuales, automáticos y dos tipos de tracción (delantera e integral) entran en juego a la hora de definir las opciones.

    Justificar un precio elevado no siempre es fácil

    En cuanto a las maneras sobre el asfalto del Passat, podríamos decir que se sitúa en el término medio entre los más cómodos y los más dinámicos. No sobresale en ninguno de los dos extremos, pero es un coche siempre confortable y con una puesta a punto eficaz. El conductor medio se sentirá a gusto a los mandos -y el pasaje también- nada más empezar a rodar. Pero los que busquen un toque de deportividad o viajar como en una alfombra rodante, probablemente deberían decantarse por otras opciones. En cualquier caso siempre se puede montar la suspensión adaptativa opcional que, por 1.035 euros, permite seleccionar diferentes configuraciones, de más cómodo a más rígido de suspensión.

    El VW Passat TDI 150 con cambio DSG es una muy buena opción para todo aquel que busque un coche bien hecho, cumplidor y muy capaz, que se salga de los cánones puramente generalistas. Eso sí, dentro de esta categoría es uno de los más caros o, por lo menos, es fácil encontrar unas cuantas opciones comparables con un precio de salida más contenido. Y es que, entrar en el selecto grupo VAG no es barato, a menos que se haga por la puerta de Skoda que, por cierto, no es una mala opción. Es más, todo aquel que esté interesado en el Passat quizá debería echar un ojo al nuevo Skoda Superb. Quizá se sorprenda.

    Ficha técnica

    Motor: 4 cilindros, TDI

    Combustible: Gasóleo

    Potencia: 150 CV

    Tracción: Delantera

    Dimensiones (largo x ancho x alto): 4.767 x 1.832 x 1.456 mm

    Batalla: 2.791 mm

    Capacidad maletero: 586 litros

    Consumo medio: 4,0 l/100 km

    CO2: 106 g/km

    Precio: desde 29.740 euros




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