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Mazda MX-5 Speedster Evolution: un prototipo muy ligero para amantes del Miata


    Jorge Arenas

    La reducción de peso es la clave de este MX-5 que evoca la imagen de los speedster de mediados del siglo XX y que se ha presentado en Las Vegas, la ciudad de los casinos.

    Salones del automóvil hay muchos a lo largo del año. No todos son igual de importantes, desde luego, pero casi todos tienen en común un cierto de aire de seriedad, una especie de vocación de servicio, cuya pretensión es mostrar a través de diferentes stands las últimas novedades del sector de las cuatro ruedas. Novedades que casi siempre tienen que ver con modelos de las marcas más conocidas.

    Sin embargo, más allá de esto existen otras ferias del automóvil que no se centran tanto en los coches de producción. Es el caso de SEMA, un salón americano que abre sus puertas una vez al año en Las Vegas con un aire mucho más desenfadado del que puedan ofrecer Frankfurt, Ginebra o París, y en el que los protagonistas son algunos prototipos muy locos e incluso el mercado paralelo de los accesorios.

    Es precisamente este escenario el que ha elegido Mazda para dar a conocer su última creación. Se trata de una preparación que toma como base al MX-5 y que tiene una formas peculiares. Bajo la denominación Speedster Evolution se esconde un Miata aligerado y con la vista puesta en la competición, capaz de hacer salivar a los amantes del mítico modelo japonés.

    Dicen los propios responsables de la marca que el Mazda MX-5 Speedster Evolution es "una oda a la ligereza, la simplicidad y la pureza de conducción de un vehículo deportivo de los años cincuenta". En base a esta filosofía, el prototipo nipón arroja un peso en la báscula de 898 kilogramos, lo que supone un ahorro de un 15% frente al modelo más liviano de serie. ¿Cómo lo consigue? Gracias al empleo masivo de fibra de carbono en determinadas piezas de la carrocería , entre las que se incluyen los asientos tipo baquet. También la batería aporta su granito de arena a la hora de reducir en nueve kilogramos el peso total e incluso los frenos, que son los mismos que se ofrecen en el Sport Package, eliminan kilos innecesarios.

    Todo ello, entendemos, va enfocado a mejorar las prestaciones de un coche que ya de por sí ofrece una dinámica muy ágil sobre el asfalto. Del motor que esconde bajo su capó nada se sabe, pero suponemos será uno de los dos Skyactive disponibles en la gama MX-5. Recordemos que se trata de un 1.5 de 131 CV y un 2.0 de 160 CV, ambos de cuatro cilindros, atmosféricos y con mucha sed de revoluciones. Los dos se asocian a un cambio manual de serie, de tacto muy preciso y con seis velocidades, que deriva la fuerza al eje trasero.

    Visto desde fuera, lo que más llama la atención en el Mazda MX-5 Speedster Evolution es la ausencia de techo y el parabrisas recortado, casi inexistente, que domina la parte superior. Frente a cualquier otro MX-5 cambian, además, los paragolpes, los espejos retrovisores, los arcos de seguridad y el remate de la zaga a esa misma altura.

    Aunque no es la primera vez que Mazda desarrolla una variante de este tipo, no creemos que sea nada más que un mero ejercicio de estilo del que quizá puedan aprovechar algunas soluciones para el mundo de la competición. No obstante, sabemos de buena tinta que a más de un tifossi de la marca le gustaría tener algo así en su garaje.




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