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Peugeot L500 R Hybrid: así ve la marca francesa el futuro de la competición

  • Esconde una mecánica híbrida de 500 CV, es muy ligero y aerodinámico.

Jorge Arenas

Aunque a algunos les cueste creerlo, a comienzos del siglo XX Peugeot despuntaba en competición al otro lado del charco. Sí, en 1916, un modelo de la firma del león consiguió ganar las 500 millas de Indianápolis firmando un registro de 135 km/h de velocidad media. Todo un logro para aquellos años incipientes del automóvil. Al volante iba Dario Resta, miembro del equipo 'Charlatans', que acabaría logrando tres victorias a bordo de varios modelos de Peugeot antes de finalizar esa década.

Este fin de semana se han celebrado las 500 millas de Indianapolis 2016, que curiosamente cumplían 100 años de vida. Un siglo de carreras en el mítico trazado americano, que coincide además con el centenario de la victoria de aquel Peugeot L45 que cruzaba la meta a toda velocidad en 1916 con su motor de 4,5 litros y -novedad absoluta- cuatro válvulas por cilindro. Por ello, Peugeot no ha querido perder la oportunidad de rendir homenaje a esta hazaña. Y lo ha hecho con la presentación del Peugeot L500 R Hybrid, que a la postre se convierte en un anticipo de lo que serán los futuros coches de competición de la marca francesa.

Como su nombre indica, este coche de carreras esconde en su interior una mecánica híbrida (enchufable, para más señas). Desarrollado por la división Sport de Peugeot, es decir, la misma que se encarga de los coches de competición y de algunos modelos de calle como los 208 GTi, 308 GTi y RCZ-R, combina un motor térmico de gasolina de 270 CV (probablemente un THP sobrealimentado) y dos motores eléctricos, uno para cada eje, que rinden unas cifras de potencia y par conjuntos de 500 CV y 730 Nm.

De 0 a 100 km/h... ¡en 2,5 segundos!

El coche es muy bajo (apenas un metro exacto), tiene unas vías muy anchas y su peso total es de 1.000 kilogramos. Gracias a ello y al potente sistema de propulsión, logra acelerar de 0 a 100 km/h en 2,5 segundos y alcanza los 1.000 metros con salida parada en 19 segundos. Estas prestaciones están al alcance muy pocos superdeportivos.

Visto desde fuera, este monoplaza de circuito es pura aerodinámica. Sus rasgos, además, tratan de enlazar la tradición y la modernidad de la marca a través de elementos como el i-Cockpit y los faros (similares a los de muchos modelos actuales de la gama) o el diseño de la trasera y la pintura bitono de la carrocería (herencia del Peugeot L45 de 1916).

"Con el Peugeot L500 R Hybrid queremos rendir tributo a los primeros días de competición de Peugeot a comienzos del siglo pasado. Bajo la inspiración de la deportividad y la innovación, queríamos crear un prototipo elegante y tecnológico, capaz de representar la visión de futuro de la marca en el ámbito de la competición", dice Matthias Hossann, jefe de la división de concept cars de Peugeot.




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