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Aston Martin Vanquish Zagato: la última maravillosa creación de una asociación 'top'

  • Un diseño rompedor y 600 CV de potencia para su última creación

Jorge Arenas

De la colaboración entre Aston Martin y Zagato sólo pueden salir grandes creaciones. La firma británica de deportivos y el estudio italiano de diseño comenzaron a hacer coches juntos hace ya varias décadas. Fue en los años 60 cuando sorprendieron al mundo con el DB4 GT Zagato, y, hasta este momento y de forma puntual, no han dejado de dibujar maravillas sobre ruedas.

La noticia ahora es que este pasado fin de semana se ha presentado a orillas del lago Como (Italia), en el marco del concurso de elegancia Villa D'Este, lo último de estas dos marcas de renombre. Se llama Aston Martin Vanquish Zagato y, como su propio nombre deja entrever, se trata de un Vanquish tocado por la varita mágica de Zagato, que ha sabido imprimir una personalidad bien marcada y diferenciada de la del modelo original.

Los equipos de diseño de Aston Martin y Zagato han trabajado mano a mano en este desarrollo conjunto, que se ha materializado en los talleres de Gaydon, Inglaterra. ¿Y qué tiene esta joya de especial? Para empezar, su carrocería está fabricada enteramente en fibra de carbono, a base de grandes paneles de una sola pieza que pretenden dar sensación de continuidad.

Diseño muy sugerente

Por supuesto, el diseño es lo más llamativo del Vanquish Zagato. Si se mira al detalle, se pueden encontrar algunas referencias al diseño moderno, como los espejos retrovisores tipo Aston Martin One 77 o el perfil aerodinámico del reciente DB11; pero con la lupa en la mano también se aprecian otros rasgos, casi más interesantes, como son la doble joroba (doble burbuja le llaman en la marca) del techo, que evoca a los modelos de competición de los años 50. Si alguien se pregunta si este elemento cumplía alguna función práctica, la respuesta es que sí: en sus orígenes, este doble abombamiento del techo servía para que los pilotos pudieran conducir con casco en el interior, sin que esto supusiera romper en exceso con la aerodinámica del coche. En el modelo actual no es más que un guiño al pasado, seguramente innecesario desde un punto de vista funcional, pero lo cierto es que la da un toque de lo más sugerente.

El interior es parecido al del Vanquish original, pero con detalles específicos como el bronce anodizado que recubre algunos mandos, las molduras decorativas o los asientos deportivos bitono -rojo y negro- con el emblema 'Z' en los reposacabezas. Bajo el capó se esconde un motor V12 de aspiración natural, con 6 litros de cilindrada y 600 CV de potencia.




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