Porsche 911: octava generación de un mito que no deja de mejorar con los años
Miguel Ángel Linares
Inasequible al desaliento, el Porsche 911 es uno de esos modelos que, pasen las modas que pasen en el mundo del motor, continúa sorprendiendo generación tras generación. Ahora llega la 8G, "992" para los muchos amigos del modelo.
Cada marca tiene su "ojito derecho". Un modelo que triunfa, alcanza la cima, pero sabe mantenerse allá arriba a lo largo de los años. Que sabe evolucionar, en resumen. Hablamos de modelos como el Volkswagen Golf, el Renault Mégane, el Audi A6, el Seat León (o el Ibiza), el Nissan Qashqai (los SUV ya pueden entrar en este "olimpo"), el Mercedes Clase C, etc. Y, por supuesto, el Porsche 911. Para muchos, uno de los mejores coches jamás construidos, a la altura del mismísimo Volkswagen "Escarabajo".
Nacido oficialmente en 1964, el diseño de Ferdinand Porsche se posicionó desde ese momento como uno de los coches más impresionantes del mercado. Un deportivo "asequible", una pequeña bala con un diseño espectacular (que no ha cambiado en más de medio siglo más que lo imprescindible) y unas prestaciones inigualables. A lo largo de estos 55 años y de sus ocho generaciones, el modelo no ha dejado de sorprender, de innovar, de reinventarse... sin perder la esencia, el "pedigrée" de un vehículo diferente. Y no es fácil mantener contentos generación tras generación a toda esa "raza" de "nueveoncistas" que consideran su 911 como un miembro más de su anatomía.
Más largo, más ancho, más digital... y más 911
La octava generación del Porsche 911 se presentó a finales de 2018 en el Salón de Los Ángeles, y llega en marzo al mercado español. De momento, solo estará disponible una generación. Eso sí, la más potente: el Carrera S, con propulsión trasera o total, por supuesto con motor trasero, seis cilindros bóxer con doble turbo de 450 caballos y cambio PDK de ocho velocidades.
Las novedades con la 7G, lanzada en 2012, pasan por una mayor longitud (dos centímetros) y una mayor anchura (4,4 centímetros), si bien la distancia entre ejes permanece inalterable. Este aumento en la anchura del vehículo vienen propiciado porque ahora, en un alarde más por buscar la excelencia deportiva, el 911 8G monta llantas de 20 pulgadas en el eje delantero y de 21 pulgadas en el trasero.
No esperemos grandes cambios en el diseño. Algo que, como ya hemos dicho, no sería del gusto de la legión de seguidores del modelo. En el frontal podemos apreciar un capó más "hundido" en el centro, y en la trasera contamos ahora con un alerón un 30 por ciento más grande que el anterior, con tres posiciones, sobre todo, una tercera luz de freno integrada en las láminas verticales del portón trasero.
En el interior destaca como novedad una nueva pantalla de 10,8 pulgadas para manejar las funciones del vehículo, combinada con el clásico cuadro de cinco relojes en el salpicadero, en el que solo el del centro (por supuesto, el cuentarrevoluciones) es analógico. Otro cambio notable del 911 8G respecto al 7G es la palanca de cambio, que ha reducido significativamente su tamaño y ahora ya no puede utilizarse para cambiar las marchas en el modo manual.
En cuanto a la conducción, la principal novedad del nuevo 911 es el modo "Wet" ("mojado") , que hace trabajar todos los modos electrónicos de conducción del vehículo para una mayor seguridad cuando el pavimento está mojado o deslizante. El modo, que funciona como un guante, no es intrusivo. No se activa automáticamente, pues el coche avisa al conductor de que se está circulando por asfalto mojado, y que sería conveniente activarlo.
Por lo demás, ¿qué más decir? Es un 911. Y mejorado encima. Tuvimos el placer de tomar un primer contacto con la 8G del mito en el circuito de Cheste, tanto en pista como en carretera, y las sensaciones no pueden ser más positivas. El Porsche 911 992 no desmerece de sus siete generaciones anteriores en todos los aspectos, a los que hay que sumar las últimas tecnología de ayuda al placer de su conducción. Y todo ello, a partir de "solo" 138.105 euros. Soñar sigue siendo gratis, eso sí.
Ocho generaciones de un mito que sigue muy vivo
Desde su nacimiento en 1963, el Porsche 911 es un gran ejemplo de la evolución del automóvil en el último medio siglo, sin perder un ápice de su historia y su clasicismo.