Motor

A los mandos del Mini Cooper S E Countryman ALL4: ¿el Mini total?


    Jorge Arenas

    Bajo la compleja denominación Mini Cooper S E Countryman ALL4 se esconde el SUV de la familia Mini, en una variante Cooper un tanto especial, ya que combina dos motores, uno de combustión y otro eléctrico, asociados a un sistema de tracción total. Se trata de la variante híbrida enchufable que, además de eficiente, es prestacional y divertida de conducir. Desde luego, al poner todas estas ideas sobre la mesa, uno puede pensar que es el Mini perfecto: práctico, habitable, dinámico y con un consumo muy bajo. Y no le faltará razón… en parte.

    El Mini Cooper S E Countryman ALL4 es un vehículo catalogado como 'cero emisiones', por lo que puede entrar en las grandes ciudades los días que hay restricciones por contaminación, no paga parquímetro cuando toca aparcar en la calle y disfruta de ciertas ventajas fiscales. Así que es un coche interesante para quien acuda a la urbe en sus desplazamientos cotidianos.

    Además, su precio de partida es más bajo que el de otras variantes de la familia Countryman con motor de combustión (sin apoyo de motor eléctrico). Me refiero, por ejemplo, al Countryman con motor diésel de 190 CV, o de los gasolina de 192 y 231 CV (JCW). El Countryman híbrido que tengo entre manos entrega 224 CV. Pero ojo, porque es mejor no quedar cegado por la cifra total de potencia, ya que en el caso del protagonista de esta prueba, puede llevar a engaño.

    Esos 224 CV los consigue cuando la batería tiene carga y los dos motores funcionan en conjunto, pero claro, esto no siempre es posible. Al agotarse la batería, que ofrece una autonomía teórica de 42 kilómetros (algo menos en la práctica) sólo queda el motor térmico dando empuje al coche. Por otra parte, aunque la potencia total haga pensar en una cierta deportividad, en realidad no es esta la idea del coche. A pesar de que sus cifras de aceleración son más que buenas (6,8 segundos en el 0 a 100 km/h, por poner un ejemplo), en realidad este Mini prefiere jugar a ser eficiente a que a marcar buenos tiempos en circuito o en una carretera de montaña. Entre otras cosas, el sistema híbrido aporta 200 kilos de más, un lastre que no se lleva especialmente bien con la conducción deportiva.

    Las ventajas de la hibridación en ciudad

    En cualquier caso, a pesar de lo dicho, el Countryman híbrido enchufable es un coche bastante ágil. De los más dinámicos de su segmento, sin duda. Esto es herencia de la genética Mini, que imprime este carácter a todos sus modelos, sin excepción. El chasis es firme, y la pisada que ofrece es plana y certera. Pero insisto, no es un modelo para desfogarse a gusto en conducción deportiva. Quien busque sensaciones puras al volante, mejor que se decante por esas opciones diésel y gasolina que rondan los 200 CV y que citaba unas líneas antes.

    El sistema de propulsión está formado por el motor de las versiones Cooper, en este caso unido a un motor eléctrico. El primero es un gasolina tricilíndrico, con turbo, 1,5 litros de cilindrada y 136 CV, que mueve al eje delantero. El segundo es un eléctrico de corriente alterna que entrega 88 CV y da tracción al aje trasero. Es así como se logra la tracción integral en este Mini, cuya potencia llega a las ruedas mediante una caja de cambios automática de seis velocidades.

    La batería se carga en 2,5 horas (wallbox) o 3,5 horas (enchufe convencional), y así se logran los 42 km de autonomía 100% eléctrica que le otorgan al coche la pegatina de 'cero emisiones'. Pongamos que son más bien 35 los kilómetros reales que se pueden recorrer con una carga de batería. ¿Suficientes para rodar en eléctrico en la ciudad? Seguramente, sí. Al menos, en la mayoría de los casos. Quien viva dentro de la ciudad, seguro puede abarcar distancias con esta autonomía, y quien viva fuera y a cierta distancia, puede gestionar el sistema de propulsión para moverse con el motor de combustión por carretera y reservar la batería para cuando entre en zona urbana.

    En cualquier caso, es necesario tener un buen punto de carga siempre mano. Bien en casa, en la zona de trabajo o en cualquier lugar de los trayectos habituales. O todo ello a la vez, si es posible. Solo así cobra sentido un vehículo híbrido enchufable, ya que si no tiene la batería cargada de manera habitual, sus ventajas directamente se esfuman.

    Un Mini siempre es original

    El Mini Cooper S E Countryman ALL4, como buen Mini, es un espectáculo para la vista. Su diseño interior, sus tapicerías combinables en materiales y colores, sus pinturas de carrocería tan llamativas, su instrumentación y la disposición de los elementos de control… En fin, todo tiene ese toque personal y distintivo que hace que no sea, ni de lejos, un SUV más.

    También cuenta con una serie de elementos propios de esta versión híbrida, como son los detalles en amarillo en la tapa de la toma de corriente, en los logos repartidos en diferentes lugares del coche o en el propio botón de arranque. La parte negativa, en este caso, tiene que ver con el motor eléctrico y la batería. O, más bien, con su ubicación. El motor eléctrico va situado bajo el maletero y esto hace que disminuya la capacidad de carga desde los 450 litros de un Countryman normal hasta los 405 litros en este caso. La batería, por su parte, al ir bajo los asientos, eleva la fila trasera en 3 centímetros, lo que reduce la altura libre al techo. En cualquier caso, ninguna de estas dos cosas es insalvable, ya que tanto las cotas de las plazas traseras como el maletero siguen siendo suficientemente prácticas.

    Dicho esto, solo cabe resaltar el propósito de esta versión híbrida enchufable del Mini Countryman, que no es otra que hacer la vida más fácil al usuario en el día a día de las ciudades. Si se le saca un buen partido al sistema de propulsión, el consumo puede ser bajo en los desplazamientos diarios, pero hay que tener en cuenta que fuera de este escenario (con batería descargada o en viajes largos) la cosa cambia y entonces esos 2,1 litros /100 km que anuncia el registro oficial en la ficha técnica se convierten en un consumo propio de un coche con motor de gasolina y cierto peso (1.735 kilogramos arroja en la báscula). Pero si se tienen buenos puntos de carga a mano y se hace un uso racional de la hibridación, lo normal es que a diario prácticamente no entre en juego el motor de combustión, con las ventajas que ello conlleva.

    Lo más destacable

    -Empuje del sistema híbrido de propulsión

    -Comportamiento dinámico

    -Puesta en escena diferente a lo habitual

    Lo mejorable

    -Habitabilidad 

    -Peso total del conjunto

    -Depósito de combustible pequeño

    Ficha técnica

    Motor: gasolina 3 cilindros turbo + eléctrico corriente alterna

    Potencia total: 224 CV

    Par motor total: 385 Nm

    Consumo mixto oficial: 2,1 l/100 km

    Transmisión: automática, 6 velocidades

    Maletero: 405 litros

    Velocidad máxima: 198 km/h

    Aceleración 0-100 km/h: 6,8 segundos

    Precio: 35.600 euros




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