BMW dice adiós a los espejos retrovisores
Jorge Arenas
Era cuestión de tiempo que las cámaras de retrovisión se acabasen imponiendo sobre los espejos retrovisores tradicionales. En BMW parecen tener claro que el futuro va por este camino. Más seguridad, mejor aerodinámica y mayor confort. Así es el sistema Mirrorless del i8. Así mira BMW al futuro de la conducción.
Es probable que dentro de poco no miremos hacia los retrovisores exteriores cuando queramos observar el entorno que rodea al coche. Las incorporaciones, los cambios de carril y demás maniobras de este tipo se harán de otra manera. Y es que BMW acaba de presentar el sistema Mirrorless en el i8, que utiliza una serie de cámaras y prescinde de los clásicos espejos que todos conocemos.
Así funciona la tecnología
Las cámaras son tres: dos se ubican en el lugar de los retrovisores exteriores y la tercera, en el borde superior del parabrisas trasero. Todas las imágenes captadas se unen y se muestran como una sola -en alta resolución- en una pantalla colocada en el sitio del retrovisor interior. Es decir, que para mirar lo que sucede fuera del coche hay que mirar siempre hacia arriba, nada de girar la cabeza a los lados.
Este monitor tiene unas dimensiones aproximadas de 300 milímetros de ancho y 75 milímetros de alto, es decir, es algo más grande que la sujeción de un espejo interior actual. La carcasa es redondeada en los lados y esto hace que el tráfico trasero aparezca más panorámico. Un elemento extra del sistema es el que evalúa las imágenes de la cámara y responde al momento a posibles peligros. Si, por ejemplo, el conductor pone el intermitente hacia cualquiera de los lados, y viene un coche por detrás a mayor velocidad, un icono de color amarillo aparece en el monitor y va aumentando de tamaño a medida que el peligro se acerque más.
Otras ventajas que plantea el BMW i8 Mirrorless son, por ejemplo: que permite una visión más amplia y evita los ángulos muertos, que los deslumbramientos provocados por las luces de otros coches en el espejo desaparecen y que, además del conductor, los pasajeros pueden ver lo que sucede en todo momento. También reduce el ruido aerodinámico ya que los soportes de las cámaras son más pequeños que las carcasas de los retrovisores.