La moto que cuesta 500 euros y gasta un litro a los cien nos hace reflexionar

¿Funcionaría en nuestro mercado una moto que, aun viniendo de la India, tiene un aspecto actual, prestaciones aceptables y un precio de absoluto derribo?

TVS Motor Company es esa empresa que lo mismo fabrica Tuk-Tuks que se mete de lleno en un equipo de motos del Dakar. Evidentemente, nada tienen que ver esos vehículos de tres ruedas que transportan turistas en países exóticos y emergentes, con la complejidad y el coste económico que conlleva formar parte de una competición de muy alto nivel. Pero al tercer fabricante de vehículos de dos y tres ruedas de la India no le van nada mal las cosas y se puede permitir esta clase de cosas.

Hace apenas unas semanas hablábamos en Ecomotor sobre el acuerdo de colaboración entre TVS y BMW, que dará como fruto dentro de poco una moto naked de cilindrada media, la BMW G 310 R. Una moto que se fabricará en planta de TVS en Bangalore pero que, según parece, responderá a los estándares de calidad alemanes. La idea es abaratar costes de producción en un producto de gama media, que habrá de satisfacer al cliente del mercado europeo.

Pues bien, esta firma india que parece contar con el aval del éxito (al menos en su lugar de origen) y que ha sido capaz de caer en gracia a la industria alemana, ofrece en su gama un modelo denominado TVS Sport 2016, cuyas cifras podrían hacer temblar los cimientos de nuestro mercado. Las motos económicas son las más exitosas en España, como así lo demuestran las cifras de ventas año tras año, mes tras mes. Entonces, ¿cómo acogería nuestro mercado la llegada de una moto que cuesta apenas 500 euros y promete prestaciones suficientes para moverse con soltura por la ciudad?

¿Tiene hueco en Europa una moto tan humilde?

La TVS Sport no es un lujo, ni lo pretende. Pero sí ofrece un motor monocilíndrico de cuatro tiempos, con 100 cc de cilindrada, 7,8 CV y 7,8 Nm de par. Tiene arranque eléctrico y, aquí viene lo más importante, un consumo homologado de 95 kilómetros por litro. Es decir, que con su depósito de 12 litros se puede recorrer una distancia teórica de 1.140 kilómetros sin pisar una gasolinera. Y todo esto tiene un precio en la India de 36.880 rupias, que al cambio son unos 498 euros.

Evidentemente le faltan la inyección electrónica o los frenos de disco, que aquí ya son casi un imperativo. Tampoco creemos que sea capaz de ofrecer una parte ciclo a la altura de las circunstancias, a pesar de su suspsnsión trasera con cinco ajustes de precarga. Pero sí tiene arranque eléctrico, un diseño actual y es capaz de alcanzar una velocidad punta de 95 km/h.

No hay noticia alguna de que vaya a venderse en Europa, pero, ¿qué pasaría si lo hiciera? ¿Tendría clientela potencial? ¿Sería capaz de destronar a modelos de firmas europeas, japonesas o asiáticas ya asentadas en nuestro mercado?