Dinamarca suprime los incentivos para coches eléctricos y se los da a los diésel
Ecomotor.es
Extraño movimiento en Dinamarca: en medio de la crisis de los coches diésel trucados por Volkswagen, el gobierno danés ha eliminado al mismo tiempo las exenciones de impuestos a coches eléctricos y una tasa que gravaba la contaminación de los coches propulsados por gasóleo.
Ambas medidas, recogidas en el proyecto de presupuestos para 2016, harán menos atractiva la compra de eléctricos y más las de diésel, algo que el gobierno ha justificado argumentando que ayudarán a las empresas a ahorrar dinero y a crear más puestos de trabajo. "Las cosas hay que hacerlas con la razón", aseguraba el ministro de Finanzas Claus Hjort Frederiksen a la prensa la pasada semana en Copenhague.
Mientras el mundo mira con incredulidad al escándalo de las emisiones de Volkswagen, Dinamarca quiere deshacer, a través de políticas económicas, los esfuerzos del gobierno anterior para animar a los consumidores a decantarse por vehículos ecológicos.
Uno consiste en elevar un 180% la tasa de Dinamarca para todos los coches, independientemente de sus niveles de emisión; otro, en un impuesto especial a las emisiones de óxido de nitrógeno, que se generan a partir de la quema de combustibles fósiles y son más abundantes en el diésel que en los coches de gasolina.
Un Tesla triplicará su precio
Por poner un ejemplo, la eliminación progresiva de las exenciones de impuestos sobre los coches eléctricos supondrá que el precio de un Tesla Model S se triplicará desde las 650.000 coronas (unos 87.000 euros) hasta los 1,8 millones de coronas (unos 240.000 euros).
Marcus Asplund, profesor de economía en la Escuela de Negocios de Copenhague, asegura que esto llevará inevitablemente a un menor número de ventas de Teslas. Pero también que el régimen fiscal en curso había dado a Tesla Motors una ventaja competitiva sobre modelos rivales como el BMW Serie 5. Asplund admite, en cualquier caso, que él y su esposa estudian la posibilidad de comprar un Tesla antes de que el nuevo impuesto entre en vigor.
El movimiento de Dinamarca supone el último paso en el progresivo abandono de las medidas que habían puesto al país escandinavo en la vanguardia de las políticas diseñadas para promover las energía renovables. El nuevo gobierno ya ha advertido de que está abandonando los ambiciosos objetivos de emisiones y los planes para convertirse en un país libre de combustibles fósiles en 2050.
El cambio de rumbo del gobierno danés en este sentido fue revelado el 2 de septiembre, el mismo día que el presidente estadounidense Barack Obama hacía un llamamiento mundial para medidas urgentes para combatir el cambio climático.
Frederiksen argumenta que las decisiones difíciles se toman en el contexto de un creciente déficit presupuestario. "El gobierno anterior pudo haber prometido mantener los coches eléctricos exentos de impuestos sobre los automóviles, pero se olvidó de una cosa: encontrar el dinero para hacerlo".
El coste de estas medidas
Un total de 1.240 coches eléctricos se vendieron en Dinamarca durante el primer semestre de 2015, un aumento del 97 por ciento respecto al año anterior, según las últimas cifras de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles. El Tesla Model S consolidó su papel como éxito de ventas en Dinamarca durante el período.
De acuerdo con otras disposiciones contenidas en el proyecto de presupuesto, el gobierno liberal también planea dejar caer el llamado impuesto sobre el NOx, que fue presentado por la administración anterior para reducir la contaminación. La medida ahorrará a las empresas un estimado de 240 millones de coronas en 2016, según el Ministerio Fiscal.
La consiguiente pérdida de ingresos para las arcas del Estado es equivalente a 0.04 por ciento de los ingresos anuales. Pero el momento del cambio, coincidiendo con el escándalo Volkswagen, hace que el coste político sea potencialmente mayor. "Este gobierno sólo es compatible con las tecnologías antiguas y no tiene visión para el futuro ", declara Ida Auken, un legislador de la oposición que ejerció como ministro de Medio Ambiente.