Maserati cumple el objetivo: triplica sus ventas al amparo de sus nuevos coches
Maserati ha conseguido el objetivo que se había propuesto: relanzar sus ventas mediante el lanzamiento de nuevos modelos que atrajeran a más compradores a sus concesionarios. En lo que va de año, el fabricante de coches de lujo perteneciente al Grupo Fiat ha triplicado sus pedidos hasta acumular 17.000 unidades en todo el mundo hasta julio (de ellas, diez pertenecen al mercado español).
La culpa la tienen, sobre todo, los últimos modelos con los que Maserati ha sorprendido al público más selecto. Por un lado la última versión de la berlina de gran lujo Quattroporte, que, partiendo desde los 110.000 euros, ha logrado convertirse en el superventas de la firma del tridente en apenas medio año (salió a la venta en enero).
Pero también está siendo clave en este resurgir el flamante Ghibli, la berlina de entrada a la marca (desde los 54.600 euros) competencia de exitosos vehículos como el BMW Serie 5 o el Audi A6 que, pese a que no llegará de facto a los concesionarios hasta septiembre, ha logrado hasta julio ya 2.249 reservas.
Pero, pese a triplicar sus ventas, aún queda mucho camino por cumplir los objetivos por completo: la meta es elevar las entregas desde los 6.288 coches que matriculó el pasado año hasta las 50.000 unidades para 2015, confiando para ello en los citados modelos y en el futuro todoterreno que está previsto llegue al mercado en los próximos meses, bautizado como Levante.
Maserati es una pieza fundamental en la estructura de Fiat para que el grupo italiano regrese a beneficios en Europa, tras haber perdido 700 millones de euros en el pasado ejercicio debido a la contracción del mercado en esta región. Para ello, ha invertido en los últimos años una suma que ronda los 1.200 millones de euros en nuevos modelos que impulsen las ventas.