Max Verstappen adelanta a Hamilton a una vuelta del final para llevarse la victoria en el G.P. de Francia
- El de Red Bull ya saca 12 puntos en el Mundial al de Mercedes
- Fernando Alonso logró una meritoria octava posición, mientras Sainz solo fue undécimo
Miguel Ángel Linares
El neerlandés Max Verstappen (Red Bull) ganó una emocionantísima carrera en Paul Ricard (Francia), tras adelantar a su gran rival, Lewis Hamilton (Mercedes) a solo una vuelta del final, y así aumentar a 12 su ventaja en el Mundial 2021 de Fórmula 1.
Lewis Hamilton, su jefe Toto Wolf y el equipo Mercedes en general empiezan a pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor. Y si no están seguros, solo tienen que ver a los resultados de las últimas carreras del Mundial, con tres de tres victorias para Red Bull en las últimas carreras (dos Verstappen, una Sergio Pérez), y con el neerlandés con más victorias ya que el inglés (tres por dos).
Pero no solo es preocupante para los alemanes los números. También lo son los hechos, el minuto a minuto en carrera. Porque el Gran Premio de Francia fue, para no variar esta temporada, una sobredosis de adrenalina, de emoción. Y si en el anterior G.P., en Azerbaiyán, el protagonismo fue la peligrosidad del circuito, con multitud de accidentes y banderas rojas, en Paul Ricard el protagonismo fue para los equipos, para sus estrategias. Y ahí, Red Bull demuestra este año ser superior a Mercedes, lo cual puede ser fundamental vista la igualdad entre sus monoplazas.
Y eso que Verstappen metió la pata nada más salir. El de los Países Bajos, que había logrado una estratosférica "pole position" el sábado, se fue largo en la segunda curva de la carrera, se fue de excursión por la escapatoria y le "dejó" la cabeza a Lewis Hamilton, que como es lógico no lo desaprovechó.
Pero como en Mercedes son, como buenos alemanes, muy educados, en seguida devolvieron el regalo a Red Bull, no reaccionando a tiempo a la parada de Verstappen en boxes para cambiar neumáticos. El equipo de Hamilton decidió entrar una vuelta más tarde, lo que le permitió a Max ganar las centésimas, casi las milésimas necesarias para provocar el "undercut" sobre Hamilton, que desesperado veía cómo, al volver a la pista tras su parada, Verstappen le ganaba la posición por milímetros.
Parecía que de ahí hasta el final la carrera, que aún no había llegado a su ecuador, se dirimiría solo en pista, pues tanto Verstappen como Hamilton calzaban neumático duro, que debía llegar en teoría hasta el final. Pero nada de eso. Por primera vez en todo el fin de semana, el Mercedes parecía carburar más que el Red Bull, pues Verstappen no conseguía que Hamilton se despegara de su culo. Y en un nuevo giro estratégico, cuando aún quedaban decena y media de vueltas para el final, el equipo austriaco sorprendió a todos llevando de nuevo a Verstappen a boxes, para calzar neumáticos intermedios (ni duros ni blandos) e intentar ganar la carrera partido a partido, vuelta a vuelta, recortado los 20 segundos de ventaja de Hamilton vuelta a vuelta, teniendo en cuenta que las ruedas del inglés ya estaban muy castigadas.
Y comenzó así otra carrera en la que Verstappen se la jugaba en cada recta, en cada curva, en desesperada persecución. Y pareció que la cosa funcionaba, pues comenzó a descontar hasta dos segundos por vuelta. En condiciones normales, el neerlandés se hubiera comido al inglés varias vueltas antes del final, pero Verstappen calzaba neumáticos intermedios, que se degradan mucho antes.
Y así fue ocurriendo. Aunque Max cada vez tenía más prisa, sus neumáticos se lo fueron tomando con más pausa, vaticinando lo que al final iba a ocurrir: se lo iban a jugar todo en la última vuelta. Porque, además, si Hamilton pensaba que podía tener un aliado en su compañero, Valtteri Bottas, que era segundo por delante de Verstappen, lo tenía crudo, pues a la primera que el de Red Bull le enseñó el morro al finlandés, este se pasó de frenada y le dio carta libre para adelantarle. Bottas sabe que está más fuera que dentro de Mercedes, y desde hace ya tiempo parece estar a otras cosas.
Por lo tanto, solo seis vueltas por delante, y Verstappen a solo cinco segundos de Hamilton. Poco a poco, y aunque sus neumáticos ya no eran lo que fueron, el neerlandés volvió a poner en la pista su inmenso talento, y eso que la misión era robarle la cartera a un heptacampeón mundial. Pero tampoco hubo mucha batalla, pues Hamilton pareció ser consciente de que, si Max llegaba, no iba a poder frenarle. Y por eso, cuando Verstappen llegó, le pasó como un misil, con poco más de una vuelta por delante, y a continuación puso tierra por medio, para lograr una victoria que podría ser crucial de cara al Mundial, donde ya le saca 12 puntos, media carrera.
En tercera posición terminó Sergio "Chico" Pérez, que carrera a carrera (ganó en Bakú) demuestra que es el compañero ideal para que Max Verstappen gane por fin su primer Mundial y termine con la dictadura de Mercedes (campeón de los siete últimos Mundiales, seis con Hamilton y uno con Nico Rosberg).
Alonso, genial; Sainz, comsí comsá...
En cuanto a los nuestros, una vez más Fernando Alonso (Alpine) demostró que, cuando se adapta al coche, es el mejor. Ver al asturiano terminar octavo (por delante de nuevo de su compañero, Esteban Ocon) cuando tiene un coche para no subir de la decimoquinta posición, provoca una sensación agridulce: bien por seguir disfrutando de su magia; y mal por el lamento de que, si hubiera tenido más suerte con sus fichajes, hoy tendría más Mundiales que Hamilton de largo.
Carlos Sainz, por su parte, confirmó lo que se temía: que Paul Ricard no es circuito para Ferrari. A pesar de su gran clasificación (partió quinto en la parrilla), su Ferrari fue de menos a más menos, y terminó al final fuera de los puntos, en undécima posición. Al menos, el madrileño volvió a quedar por delante de su compañero rojo, el monegasco Charles Leclerc, demostrando día a día que no ha llegado a Maranello para ser el número dos de Ferrari.