Motor
"Baby you can drive my car": los coches de los Beatles a 50 años de su separación
- Del Rolls Royce psicodélico de Lennon al McLaren F1 de Harrison
- Paul McCartney "murió" tras sufrir un accidente en un Austin Healey
Miguel Ángel Linares
El 10 de abril de 1970 una escueta nota de prensa de Paul McCartney significó el final del grupo más importante de la historia de la música: los Beatles. Hoy repasamos los coches más famosos del propio Paul, de John Lennon, de George Harrison y de Ringo Starr.
"DRIVE MY CAR"
Pero antes de hablar de coches, hagámoslo de música, que por algo son los Beatles. La canción más "motorizada" de las 214 que grabaron oficialmente los chicos de Liverpool fue "Drive my car", perteneciente al sexto álbum de los Beatles, "Rubber soul" (1965).
"Drive my car", la canción que abre "Rubber Soul" evidencia la evolución en las composiciones de Lennon y McCartney, no tanto en la música, que también, como sobre todo en las letras. En "Drive my car", la historia es muy original, con una mujer que quiere ser famosa, pero necesita un chófer para que le conduzca a la fama. El problema llega al final de la canción, cuando confiesa... que no tiene coche, pero al menos ya tiene conductor.
EL ASTON MARTIN DE PAUL
En 1965, en plena Beatlemanía, Paul McCartney se hizo con un Aston Martin DB6, equipado al capricho del beatle más mediático, hasta el punto de que instaló en él un... tocadiscos. A bordo de esta joya a Paul le llegaron a la cabeza los primeros acordes de la que sería, es, una de las canciones más emblemáticas de los Beatles: "Hey Jude".
¿Y cómo fue eso? En 1968, el matrimonio entre John Lennon y su primera mujer, Cynthia, madre de su hijo Julian, había fracasado definitivamente, pues el beatle de las gafitas ya no ocultaba su relación con Yoko Ono. Y Paul, siempre un dechado de bondad, decidió visitar a Cynthia y a Julian para darles todo su consuelo. Y en el camino entre la casa de Paul en Londres y la mansión de los Lennon a las afueras, a bordo de su flamante DB6, McCartney empezó a "oír" en su cabeza una canción que en un principio título "Hey Jules", dedicada al hijo de John, con quien solía portarse con más paternalismo que el propio Lennon. El "Hey Jules" derivó poco después en "Hey Jude" y hoy es uno de los grandes clásicos del grupo de Liverpool.
EL ROLLS ROYCE PSICODÉLICO DE JOHN...
La cima más alta jamás alcanzada por un intérprete o grupo musical sin duda está en el "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band" (1967), el álbum que sacudió al mundo de la música en particular y al mundo en general. Inspirado en gran parte por las drogas (siempre blandas) y en especial el ácido, el famoso LSD, los Beatles dieron al mundo un pedazo de disco que supuso el cénit de la generación hippie, de la psicodelia de los años 60. Un buen ejemplo de ello es el "Lucy in the Sky with Diamonds", un supuesto homenaje de Lennon al LSD, si bien la leyenda dice que todo vino por un dibujo en el colegio de su hijo Julian.
Pero la psicodelia no se terminaba con las canciones de los Beatles, no. John Lennon, el más gamberro del grupo, el más pirado, trasladó la fiebre del ácido... a su propio coche. Y no era un trasto cualquiera, hablamos nada menos que de un Rolls Royce Phantom V. Ni corto ni perezodo, Lennon lo hizo pintar de un estrambótico color amarillo con adornos psicodélicos inspirados en tantras indios, obra del artista neerlandés Marije Koger, apodado "el Loco". Este "atentado terrorista" ha quedado para la historia como el coche "oficial" de los Beatles.
...Y EL MINI PSICODÉLICO DE GEORGE
Si hablamos de psicodelia, tantras indios y coches, George Harrison, el más "hindú" de los cuatro beatles, no se podía quedar atrás. Y de una forma más "discreta", también adornó su vehículo con histriónicos colores y motivos psicodélicos. Solo que su vehículo no era un Rolls Royce, como el de Lennon, sino un modesto MINI, con el que se desplazaba sin problemas por Londres, y que de hecho apareció en la película que el grupo realizó para televisión a finales de 1967, "Magical Mystery Tour".
En 2009, el Grupo BMW, propietario de la marca MINI, recreó en un MINI "moderno", el icónico Cooper del guitarrista de los Beatles, que había muerto ocho años antes.
EL AUSTIN HEALEY EN EL QUE "SE MATÓ" PAUL
El 12 de octubre de 1969, un oyente anónimo llamó a una emisora de radio de mala muerte de Detroit (Estados Unidos) para hablar de la presunta muerte de Paul McCartney casi tres años antes en un accidente de tráfico, y la todavía más supuesta suplantación del bajista de los Beatles por un doble desde entonces. Daba así comienzo la leyenda urbana más famosa de la historia, "PAUL IS DEAD", que aún hoy, medio siglo después, sigue teniendo sus seguidores.
¿Y cuál era el coche en el "se mató" McCartney? Pues un Austin Healey 3000, en el que Paul, tras una riña en plena grabación con el resto del grupo, salió furioso de los estudios de Abbey Road, en el norte de Londres, alguna noche de 1966, para terminar saliéndose en una curva, dar varias vueltas de campana, y terminar con su vida. ¿Se imagina alguien lo que hubiera dado esto de sí de haber existido Twitter en aquellos años?
EL LOTUS EVAN DE "A DAY IN THE LIFE"
Volvemos a "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band". La mejor canción del disco es sin duda la que cierra el disco, una obra maestra de Lennon compuesta como una sucesión de las noticias al azar de un día cualquiera ("un día en la vida") a través de las páginas de un periódico.
Pero una de esas noticias tenía que ver "un poquito" con los Beatles. En el segundo compás de la canción, Lennon canta "He blew his mind out in a car/He didn't notice that the light had changed/A crowd of people stood and stared/They'd seen his face before/Nobody was really sure if he was from the House of Lords" ("Se reventó la cabeza en un coche/No se dio cuenta de que el dísco se había puesto rojo/Una multitud se quedó mirando/Les sonaba su cara/Nadie estaba seguro de si era un miembro del Parlamento".
Pues ese infortunado hombre era Tara Browne, uno de los "pijos" más cotizados de la sociedad londinense de aquellos locos años 60, heredero de la famosa cerveza Guinness, que murió a los 21 años tras saltarse un semáforo en rojo en su Lotus Elan y chocar contra una furgoneta la noche del 18 de diciembre de 1966. La noticia de la muerte de Browne, amigo de los Beatles, leída en el periódico al día siguiente inspiró a Lennon "A day in the life".
EL MERCEDES "ESCACHARRADO" DE RINGO
A finales de 1980, Ringo Starr y su entonces novia y poco más tarde mujer hasta hoy, Barbara Bach (chica Bond en "La espía que me amó, 1979), perdió el control de su Mercedes 280 SE Coupé y se estampó contra una rotonda en Kingston (Londres). Por fortuna, ni el ex baterista de los Beatles ni su "chica Bond" sufrieron graves heridas.
EL McLAREN F1 DE GEORGE
El beatle más aficionado a los coches fue sin duda George Harrison, muy asiduo de los paddocks de la Fórmula Uno. Su garaje, además de con el MINI psicodélico que hemos visto antes, siempre estuvo muy bien provisto. De hecho, en 1994 se compró un impresionante McLaren F1. El vídeo sobre estas líneas es un documento tan curioso como histórico, pues podemos ver a los tres beatles supervivientes en 1995, George, Paul y Ringo (Harrison murió en 2001 de cáncer de pulmón), en el momento en que los dos primeros llegan a Friar Park, la impresionante mansión de George en la campiña inglesa, con 120 habitaciones. Les recibe Ringo nada menos, en una de las primeras citas en que los Beatles rescataron la voz de John Lennon (asesinado en 1980) para el proyecto "Anthology", que volvió a "reunir" a los Beatles en 1996, con las dos últimas canciones oficiales de los "Fab Four", "Free as a bird" y "Real Love".