Motor
La crisis del coronavirus se cobra 5.000 empleos del sector de la distribución del automóvil
- Ganvam teme que el confinamiento deje un saldo de 25.000 empleados menos
Ankor Tejero
La crisis del coronavirus se ha cobrado ya alrededor del 25% de los empleos del sector de la distribución del automóvil, lo que supone un total de 5.000 trabajadores, como consecuencia de contratos temporales y de servicio no renovados, según estimaciones de la patronal de vendedores (Ganvam). | Los concesionarios españoles se acogen a Ertes que afectarán a 151.000 trabajadores
Además, desde Ganvam temen que la necesidad de permanecer confinados un mes para detener la pandemia deje un saldo de unos 25.000 empleos menos a lo largo del año, lo que supondría un 7% del total de trabajadores dados de alta actualmente en el epígrafe vendedores y reparadores de vehículos a motor de la Encuesta de Población Activa.
Por ello, la patronal pide una "flexibilización real" de la gestión de los Expediente de Regulación Temporal de Empleo (Erte) por causa de fuerza mayor de las empresas de venta y reparación para evitar una destrucción masiva de empleos.
Caídas generalizadas
Hasta la fecha, la facturación de los talleres ha caído un 95%, mientras que las ventas de vehículos de ocasión han experimentado un descenso del 60% y las de vehículos nuevos han hecho lo propio, con un 85% menos de vehículos matriculados. Por ello, desde Ganvam consideran que debe admitirse la causa de fuerza mayor sin elevar al extremo la presentación de pruebas.
Por otro lado, desde la patronal proponen que, ya que esta crisis sanitaria es una situación temporal, una vez termine el estado de alarma, se acepte una reincorporación progresiva y gradual del personal sometido a Erte, ajustándolo al ritmo de recuperación económica.
Asimismo, Ganvam creen necesario la puesta en marcha de medidas de estímulo que permitan devolver la confianza y reactivar la maquinaria del consumo.
Además, insiste en la puesta en marcha de ayudas directas a las pymes del sector de la distribución en un momento en el que la falta de ingresos dificulta ya no solo el pago de los gastos fijos actuales, sino el pago de las deudas que adquieran con los bancos a través de las líneas de avales planteadas por el Gobierno.