Mercedes E 300 ED: un gran rutero para andar por la ciudad

La pregunta del millón hoy es ¿qué tipo de coche me compro? El usuario está perdido entre tanta tecnología y, muy especialmente, entre tanto mensaje apocalíptico sobre el futuro de los motores térmicos (diésel y gasolina). La respuesta, ya un cliché, es: "dime para qué quieres el coche, y te diré qué tipo comprar".

La principal diferencia en lo que a uso se refiere es si se trata de desplazamientos urbanos o ruteros. Sin embargo, son muchos los conductores que precisan entrar en las ciudades pero también hacen kilómetros por carretera, bien los fines de semana, bien a diario si viven a cierta distancia del centro.

Ante la limitación de autonomía de los modelos eléctricos puros, los híbridos son la respuesta a las limitaciones que se están estableciendo en grandes ciudades europeas, incluida Madrid que ha delimitado un área de 472 hectáreas –Madrid Central– donde los coches que no tengan etiquetas ECO o Cero no pueden aparcar en superficie.

Pero el objetivo de los fabricantes ya no es una etiqueta Eco, sino Cero, la misma de los eléctricos puros o los de pila de hidrógeno, para lo cual deben certificar que son capaces de andar al menos 40 kilómetros en modo eléctrico, suficiente para la mayoría de los desplazamientos dentro del casco central urbano.

Un objetivo que solo se puede conseguir si el híbrido es enchufable o plug-in que montan mayores baterías que se cargan en la red, además de la regeneración que obtiene con el movimiento del propio coche, especialmente en las frenadas.

Mercedes está explotando con fuerza esta opción en su estrategia de electrificación basada en tres pilares: uno primer estadio, EQ Boost, con un motor eléctrico de 48 voltios que no mueve el coche pero contribuyen a reducir las emisiones, el segundo, híbridos enchufables o EQ Power, y los eléctricos puro, los EQ, cuyo primer modelo verá la luz este verano.

El coche que nos ocupa, el Mercedes clase E 300 ed, es un híbrido enchufable de tercera generación de los que la marca aspira a contar con 20 modelos en 2020. Pero es una apuesta llamativa, pues el motor eléctrico hibrida con uno diésel, un rara avis en la tecnología híbrida que siempre combina con motores de gasolina. Pero Mercedes es una marca alemana, y en este país se ha empezado a reivindicar el diésel por su eficiencia en consumo y emisiones, ideal para carretera.

El clase E, disponible en carrocerías familiar y berlina, es el segundo híbrido enchufable diésel de la marca junto con un clase C. De todas formas, fieles a su filosofía de una amplia gama que satisfaga cualquier deseo, existe también en el mercado un clase E híbrido enchufable con un motor de gasolina.

El nuevo E 300 ed monta el motor diésel de cuatro cilindros más avanzado de la marca y el eléctrico homologa una autonomía de 54 km en modo eléctrico (berlina) y 52 km (familiar) que le permite etiqueta Cero. Además, desde la marca aseguran que el nivel de emisiones de partículas Nox del motor diésel ronda los 40-60 mg por kilometro, muy por debajo de los 168 mg exigidos por Bruselas.